Ciencia

Los primeros pobladores de Baleares tenían genes de pastores de Europa del este

- Según un estudio a partir del genoma de individuos de Mallorca, Menorca y Formentera

MADRID
SERVIMEDIA

Los pobladores más antiguos de Baleares tenían genes de pobladores de estepas de Europa del este, lo que sugiere que el archipiélago pudo comenzar a poblarse a partir de la llegada de pueblos esteparios a la Península Ibérica hace unos 4.000 años.

Esa migración provocó una oleada de cambios genéticos y sociales porque reemplazó al 40% de la población local y casi al 100% de los linajes paternos. Este conjunto de cambios pudo desembocar en el poblamiento de Baleares.

Así lo sugiere un amplio estudio genético internacional con participación de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que revela que los pobladores más antiguos de Baleares descendían de pobladores ibéricos con patrimonio genético de pastores de Europa del Este.

Los investigadores analizaron tres genomas de poblaciones que habitaron Mallorca, Menorca y Formentera durante la Edad del Bronce (2200-900 a.C.) y otros 58 genomas de Sicilia y Cerdeña datados entre 5000 a.C. y 1000 d.C. De este modo, lograron reconstruir las secuencias genómicas más antiguas del Mediterráneo occidental.

Los resultados, liderados por la Universidad de Harvard (Estados Unidos) con participación de investigadores del Instituto de Biología Evolutiva-IBE (centro mixto del CSIC y la Universidad Pompeu Fabra), se publican en la revista 'Nature Ecology and Evolution'.

"Parece que la oleada de cambios genéticos y sociales que provocó la llegada de la ancestralidad de las estepas desencadenó de alguna manera el poblamiento de las islas Baleares", comenta Carles Lalueza-Fox, investigador del CSIC en el IBE y coautor del estudio.

El trabajo confirma la evidencia arqueológica de que en la Edad del Bronce hubo contactos entre la Europa continental, África y las poblaciones de las islas del Mediterráneo Occidental (Baleares, Sicilia y Cerdeña).

"Las evidencias arqueológicas y genéticas coinciden en que la Edad de Bronce fue un periodo de intercambios culturales sin precedentes. Este estudio viene a confirmar que el Mediterráneo fue una primera autopista, un lugar de comunicación y mercadeo entre los pueblos bañados por sus aguas", comenta Lalueza-Fox, quien añade: "No hay que olvidar que las islas Baleares se pueden ver desde algunos puntos de la costa catalana y quizás algunos mercaderes locales se sintieron tentados de explorar el territorio".

El equipo de investigación ha recuperado el genoma de tres individuos baleares: uno en Mallorca (concretamente, en la Cova des Moro), de 4.300 años de antigüedad, el que sería el individuo más antiguo encontrado en Baleares; otro de Formentera, y otro en Menorca (en la Naveta des Tudons, el monumento prehistórico balear más importante y uno de los edificios más antiguos de toda Europa).

Estos tres individuos, datados en la Edad del Bronce, muestran el componente genético de los nómadas que llegaron a la Península Ibérica hace unos 4.000 años, procedentes de las estepas de Europa del este.

PRIMEROS CONTACTOS

Los investigadores también recuperaron información genética de 58 individuos que habitaron las islas de Sicilia y Cerdeña entre 5000 a.C. y 1000 d.C. La mutación del cromosoma Y, característica de Iberia en la Edad de Bronce, también se ha encontrado en una muestra de Sicilia de ese periodo, pero no en la isla de Cerdeña.

"Resulta sorprendente que en algunas muestras de la Edad del Bronce de Sicilia se hayan encontrado las mutaciones ibéricas del cromosoma Y, lo que implica algún tipo de contacto poblacional entre Iberia (o las islas Baleares) y la isla italiana, aunque sin dejar de momento huellas genéticas en Cerdeña", argumenta Íñigo Olalde, investigador postdoctoral La Caixa Junior Leader en el IBE y coautor del estudio.

Los resultados del análisis de las muestras recuperadas en Cerdeña, donde se desarrolló una cultura megalítica parecida a la talayótica de las islas Baleares, indican que ambas culturas no estaban conectadas, al menos desde el punto de vista genético.

"Podría ser que, en realidad, los pueblos descendientes de las estepas hubieran rebasado la Península Ibérica y hubieran llegado al norte de África, donde, sin embargo, no se detectan hoy en día. El análisis futuro de muestras de la Edad del Bronce de Marruecos, Túnez o Argelia podría aportar luz sobre esta hipótesis y ayudaría a entender las evidencias que relacionan Iberia o las Baleares con Sicilia", concluye Lalueza-Fox.

(SERVIMEDIA)
24 Feb 2020
MGR/mjg