Lo hizo en su comparecencia en la sala de prensa del Consejo de Ministros (algo que no hace ningún otro presidente autonómico, sino sólo los jefes de Estado y el líder de la oposición) tras la primera reunión de la mesa de diálogo bilateral entre el Gobierno y la Generalitat.

El encuentro se prolongó durante tres horas, desde poco antes de las 17.00 horas hasta las 19.50. El presidente de la Generalitat compareció a las 20.30 horas, después de que ambas partes redactaran un comunicado conjunto reivindicando la mesa como instrumento útil para resolver el "conflicto político" y dejando clara su voluntad de seguir reuniéndose.

Torra manifestó su disposición al "debate abierto", "franco" y "honesto", con "libertad de planteamientos" que había encontrado. Pero también que sirvió para "poner de manifiesto las discrepancias y las distancias respecto al origen, la naturaleza y la soluciones al conflicto político".

En este sentido, lamentó que "continuamos sin tener una respuesta clara" al derecho de autodeterminación, porque para él ésta es la solución que permite al 100% del pueblo catalán manifestar su opinión. Además, descartó los temas sectoriales que, según dijo, había querido introducir el Gobierno, pero que él desvió a la Comisión Bilateral Generalitat-Estado.

La delegación del Gobierno español, con la ausencia del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, enfermo por amigdalitis, estuvo formada por Sánchez; la vicepresidenta primera, Carmen Calvo; la ministra de Política Territorial, Carolina Darias; el ministro de Sanidad, Salvador Illa; el ministro de Universidades, Manuel Castells; la ministra de Hacienda y portavoz, María Jesús Montero, y el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos.

La catalana la integraron Torra; su vicepresidente, Pere Aragonès; los consejeros Jordi Puigneró y Alfred Bosch, las diputadas Elsa Artadi y Marta Vilalta; el diputado Josep Maria Jové, y el exjefe de gabinete de los presidentes Puigdemont y Torra, Josep Riu.