Así lo dijo durante su comparecencia en la Comisión de Trabajo, Inclusión, Seguridad Social y Migraciones en el Congreso de los Diputados, a la que acudió para exponer las líneas de actuación de su departamento en la nueva legislatura.

Escrivá indicó que la edad legal se encuentra entre los 65 y los 67 años, dependiendo de cada caso, mientras que la edad efectiva de jubilación es “mucho más baja”.

En este punto, consideró que hay “instrumentos de la Seguridad Social para propiciar de forma voluntaria jubilaciones más largas” y que “apenas se están utilizando” porque incluso se desconocen.

Señaló que “trabajando sobre incentivos positivos podemos abordar el problema de medio plazo con resultados tangibles”, según el ministro, para que el “problema” sobre la sostenibilidad financiera de las pensiones “se visualice como algo reconducible y manejable”.

Por otra parte, el ministro manifestó su confianza en que este año haya acuerdo en la comisión del Pacto de Toledo “para que el año que viene, cuando se actualicen las pensiones, podamos hacerlo sobre un marco ya estable de medio plazo y no a través de soluciones 'ad hoc', transitorias” que, a su juicio, “no están reduciendo la incertidumbre”.