Delgado presidió por primera vez la reunión del Consejo Fiscal, como punto de partida de su gestión al frente de la Fiscalía General del Estado. A partir de ahora, tendrá que nombrar al teniente fiscal del Tribunal Supremo, que es el número dos de la Fiscalía y que la sustituye en caso de necesidad, y al jefe del Servicio de la Inspección. Estos nombramientos necesitan del dictamen previo del Consejo Fiscal.

Este órgano representa a la carrera fiscal y asesora al fiscal general. Está compuesto por 12 miembros de los que tres son natos en razón de su cargo: la fiscal general, el teniente fiscal y el inspector jefe. De los nueve restantes, cinco pertenecen a la Asociación de Fiscales, de perfil conservador y muy críticos con el nombramiento de Delgado. Los otros cuatro pertenecen a la Unión Progresista de Fiscales, a la que pertenece la nueva fiscal general.

En esta primera reunión, la Asociación de Fiscales ha presentado un amplísimo catálogo de reivindicaciones y ha señalado que vigilará que “todo se realice con absoluta transparencia” y que “nada se haga en la FGE que no se pueda explicar a la sociedad y a los fiscales y que todo lo que se haga se pueda explicar”.

Entre las reivindicaciones de esta asociación figuran varias relativas a la remuneración de los fiscales, a las deficiencias del proyecto de Justicia Digital, a la información sobre los proyectos legislativos del Gobierno y a las reivindicaciones sobre la independencia y autonomía del Ministerio Fiscal.