La ONU quiere así “mitigar el impacto negativo sobre el aprendizaje de los estudiantes” que puede conllevar el cierre de colegios, institutos y universidades, como ha ocurrido en la Comunidad de Madrid, La Rioja y Vitoria. En este sentido, les exhorta a seguir con las lecciones sirviéndose de medios remotos.

También pide a las autoridades educativas que diseñen planes con los pasos para, de forma gradual, ir abriendo los centros educativos sin riesgos para la salud de los alumnos.

Se trata de una guía similar a la que ya publicó la OMS en la crisis del ébola y que tuvieron que implementar países como Guinea, Libera y Sierra Leona entre 2014 y 2016 para prevenir la transmisión del virus en el entorno educativo.

En aquellos lugares donde las escuelas permanecen abiertas, la organización sanitaria de Naciones Unidas pide que se dé información a todos los estudiantes sobre el virus con consejos para protegerse, así como promover la higiene de manos de manera insistente. También aconseja limpiar y desinfectar los edificios, especialmente los baños, y ventilar.

“La guía es para los países concretos que han confirmado casos de transmisión por el nuevo coronavirus (covid-19), pues los niños y niñas pueden ser agentes activos en la prevención y control del virus tanto en casa como en las escuelas hablando con otras personas sobre cómo prevenir el contagio”.

Asimismo, Unicef pide a las escuelas que provean de atención psicológica a los estudiantes y que se brinde una “ayuda holística”. También invita a los centros a animar a los menores a prevenir el estigma y que se preocupen los unos de los otros, evitando así estereotipos cuando se hable sobre el virus aportando información veraz.

Por último, la guía también insta a los profesores a animar a los niños a que hagan preguntas y expresen sus preocupaciones, así como que fomenten que tosan o estornuden sobre toallitas o el codo, evitando también que se lleven las manos a la cara.