Así lo indicó en declaraciones a ‘Espejo Público’ de Antena 3 recogidas por Servimedia y donde rehusó valorar cuánto puede costar a las entidades dejar de cobrar las hipotecas a las familias vulnerables y a trabajadores que sufran importantes pérdidas de ingresos por la crisis creada con la pandemia.

“No es un momento de calcular impactos, es el momento de arrimar el hombro, de garantizar que la liquidez fluya a la economía, a aquellos segmentos que lo necesitan más, que no se destruye empleo por un problema de falta de liquidez que evidentemente se va a producir porque las empresas, mucha de ellas, se van a quedar sin ingresos”, excusó.

El máximo responsable de la patronal de los bancos explicó que la congelación de la cuota de la amortización es de obligatoria adopción por parte de las entidades para el colectivo definido por el real decreto-ley y la apoyan. “Es una obligación establecida por la normativa del Gobierno, obligación que nosotros asumimos con la mejor de las actitudes y mejor de las voluntades”, afirmó.

A su juicio, el perfil establecido en la norma para determinar quiénes pueden acceder a esta exención se ha realizado con criterios “lo suficientemente amplios” como para “garantizar que las familias que estén pasando por dificultades transitorias saben que no van a tener un problema en este punto”.

Roldán aclaró que no hay un tope en el calendario para congelar la cuota, aunque se mostró esperanzado de que su uso sea menor porque se erradique pronto el problema sanitario. A su juicio, lo importante es que dure “el tiempo que sea imprescindible porque es importante hacer frente a tus obligaciones como ciudadano”.

“Está por decidir el tiempo que esta anomalía va a durar, cuanto más corta mejor porque eso quiere decir que esta crisis no se alarga más en el tiempo”, concluyó.