Mohammad era profesor de ciencias en una de las escuelas en la zona desde septiembre de 2013. “Nuestros pensamientos y condolencias en estos momentos de profundo dolor están con el personal en terreno, los amigos y la familia de Mohammad, de la cual han sobrevivido su mujer y sus cuatro hijos”, señaló la entidad de la ONU en un comunicado.

“Los trabajadores humanitarios y los profesores de nuestras escuelas no son objetivo en las guerras”, denunció Unrwa. La muerte de Mohammed eleva a 19 el número total de empleados de esta agencia de Naciones Unidas que han perdido la vida en la guerra en Siria, que este mes cumple nueve años.

“Esta muerte es un recordatorio más de los enormes riesgos a los que nos enfrentamos a diario en terreno”, alertó. La pandemia de la guerra y la violencia siguen dañando al país y a los refugiados y refugiadas de Palestina, la comunidad más vulnerable en el conflicto.

Desde Unrwa hicieron un llamamiento a todas las partes a que cumplan sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario, en relación con la protección de civiles y la prohibición de ataques indiscriminados a civiles y personal humanitario.