Impresión 3D

La Universidad de Alicante alerta de las escasas garantías sanitarias de los respiradores impresos en 3D

MADRID
SERVIMEDIA

El equipo científico del proyecto Artefactos de la Universidad de Alicante (UA) alertó este miércoles sobre las escasas garantías sanitarias de algunos respiradores impresos en 3D.

Según informó el centro universitario, el proyecto Artefactos está integrado por médicos e investigadores en biomedicina, ingeniería y diseño industrial. Este equipo científico busca los materiales y tecnologías adecuadas para ayudar de una manera segura en esta emergencia. En su opinión, "no vale cualquier impresión 3D, porque lo que se ponen en riesgo son vidas humanas".

En este sentido, el doctor en Ingeniería por la UA y coordinador de Artefactos, Javier Esclapés, apuntó que “vemos con admiración la gran cantidad de iniciativas de personas que están fabricando por todo el mundo respiradores y equipos de protección y es nuestra responsabilidad destacar los riesgos de este tipo de fabricaciones".

Además, "como resultado de nuestras investigaciones, pruebas y experiencia, puesto que entendemos que ésta es la única forma que tenemos de ayudar a que los recursos humanos y materiales (filamento, telas y tejidos) sean aprovechados de la mejor manera y supongan una protección real ante la Covid-19”.

MASCARILLAS

Según recordaron los investigadores, el tamaño del virus SARS-CoV-2 es mucho más pequeño de 1 micra y puede traspasar incluso la protección de las mascarillas fabricadas de forma casera con impresoras 3D. Por este motivo, "los sanitarios necesitan una mayor protección que las mascarillas quirúrgicas y por ello, debemos alertar de la escasa protección que ofrecen las mascarillas elaboradas con simple tela u otros materiales no homologados".

Por tanto, a la hora de fabricar piezas sanitarias en impresión 3D, señalan desde Artefactos, “es importante conocer la porosidad de los plásticos empleados, que es alta y varía dependiendo de las configuraciones y las máquinas que se usen. Además, las piezas impresas suelen tener superficies irregulares, fracturas y poros a través de los cuales se pueden filtrar virus y bacterias, de ahí que sean pocos los materiales homologados por Sanidad para uso médico. Igualmente, resulta fundamental emplear filamentos flexibles para garantizar que las piezas se ajusten bien a la cara, aunque esto no siempre es posible”.

Entre sus recomendaciones, los expertos de este proyecto de la UA alertan que para fabricar respiradores o mascarillas con garantías de uso sanitario no se puede usar cualquier impresora 3D, siendo imprescindible la supervisión de ingenieros para esta labor.

(SERVIMEDIA)
25 Mar 2020
ABG/gja