Desde la tribuna de la Cámara Baja, Vehí subrayó que “ni esto es una guerra ni nosotros somos sus soldados”. “¡Nos declaramos insumisas a su política comunicativa del terror!”, enfatizó la portavoz de la CUP, que se abstendrá ante la prórroga del estado de alarma.

Rechazó así el lenguaje belicista y advirtió al Ejecutivo de que “si convierten al virus en un enemigo, todas las personas que lo sufren son portadoras de este enemigo”. “Lo que nos va a salvar la vida es la ética del bien común”, defendió.

Preguntó directamente al Gobierno si “ponen más multas que pruebas” entre la ciudadanía y dijo no entender que se haya desplegado al Ejército en la calle ni cómo cada mañana miles de trabajadores tienen que ir a sus industrias y lugares de trabajo.

Ante la “gravedad” de la situación, insistió en que “no necesitamos armas, militares ni uniformes”, porque “necesitamos pan, techo, Sanidad y confinamiento total”. Todo ello unido, subrayó, a un “plan de choque social”.