Así lo postuló su portavoz, Sergio Sayas, en su intervención en el debate en el que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, solicitó al Congreso la prórroga del estado de alarma. Sayas le prometió el “apoyo y lealtad” de su formación, pero no “un cheque en blanco ni una oposición acrítica”, porque el enorme sacrificio de la población “obliga al Gobierno a acertar” y a “huir de la frivolidad”, y “poco de esto estamos viendo en algunas acciones del Gobierno”.

En este sentido, poco a poco se fue situando en posiciones que ya formularon la mayoría de los grupos parlamentarios. “Hemos llegado tan lejos porque no se han tomado las medidas a tiempo o en su justa dimensión”, interpretó, añadiendo que convendría preguntarse si el estado de alarma prorrogado es “una medida definitiva” o si “no deberíamos ya estar hablando” de si es necesario reducir aún más la movilidad y “circunscribir la actividad económica a los sectores estratégicos”.

“A veces es mejor tomar medidas duras y drásticas que sean cortas en el tiempo que prolongar medidas ‘sine die’ porque se han tomado de manera más laxa”, comentó, dejando clara su preferencia por el cierre total antes de concluir: “No tenemos tiempo que perder, no podermos permitirnos ni un error más”.