Así lo confirmó la portavoz municipal y delegada del Área de Salud y Emergencias, Inmaculada Sanz, después de que los sindicatos de las funerarias denunciasen que habían seguido tratando con muertos por coronavirus pese al anuncio de cierre por parte del alcalde ante la falta de material de los trabajadores.

Sanz explicó que desde el Gobierno municipal habían insistido varias veces al Gobierno central para que les dotase de material para garantizar la seguridad de los trabajadores de la Funeraria. Ante la falta de respuesta del Gobierno, “dijimos que, si no llegaban esos equipos, no estaríamos en disposición de seguir prestando servicio, porque no teníamos equipos con suficientes garantías”.

La portavoz municipal apuntó que el lunes por la tarde se produjo una rectificación en el protocolo por parte de la Comunidad de Madrid, donde “se permitió usar doble sudario” con los cadáveres. “Al cambiar el protocolo, se pudo seguir realizando esa labor”, por lo que valoró que “se dio margen de maniobra” y, además, por parte de la Comunidad, “se nos dotó de 300 monos para seguir haciendo esa actividad”.

A pesar de ello, aseguró que “seguimos en situación complicada” respecto a los monos de trabajo, donde “tenemos un problema importante y estamos en situación muy delicada”. Sanz constató que desde Funerarias están haciendo todo el esfuerzo, pero incidió en que “hay que garantizar de manera absoluta la seguridad a la hora de hacer estos servicios”.

Por último, quiso destacar el trabajo de los empleados, que “están doblando turnos y triplicando servicios, porque están haciendo 150 servicios al día, cuando lo normal son entre 50 y 60”. “Están llevando a cabo una labor impagable y se lo queremos agradecer”, aunque reiteró que, a pesar del gran esfuerzo de los trabajadores de las funerarias, “seguimos en una situación crítica”, concluyó la portavoz municipal.