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Sector financiero

El BCE pide a los bancos que no paguen dividendos hasta, al menos, octubre de 2020 para ayudar a superar la crisis del Covid-19

- El Santander, Caixabank y Bankia ya han anunciado cancelaciones de cupones y ajustes en sus políticas de distribución de resultados

MADRID
SERVIMEDIA

El Banco Central Europeo (BCE) solicitó este viernes a los bancos que no paguen dividendos o recompren acciones durante la pandemia de Covid-19 para que puedan volcarse en financiar a las familias, pymes y empresas a fin de que superen la crisis.

La instrucción, que supone una actualización de su recomendación sobre la distribución de dividendos, busca ampliar la capacidad de los bancos para absorber pérdidas y apoyar la concesión de crédito conservando una mayor hucha de capital.

Su consejo afecta tanto a los dividendos que preveían abonar con cargo a los resultados del ejercicio 2019 como los que suelen decidirse a cuenta de los que generen durante el ejercicio corriente y en, cualquier caso, les pide que no lo hagan hasta, al menos, el próximo mes de octubre.

Asimismo, les pide “abstenerse de recompras de acciones destinadas a remunerar a los accionistas”, que era una fórmula que estaba abriéndose camino en sus estrategias a fin de premiar a sus propietarios o inversores echando mano de su solvencia.

El BCE precisó que su demanda “no cancela retroactivamente los dividendos ya pagados por algunos bancos para el año fiscal 2019”. Sin embargo, sí espera que aquellos otros que aún no han celebrado sus Juntas de accionistas “modifiquen” sus propuestas de dividendo conforme a esta recomendación.

LOS BANCOS ESPAÑOLES SE ANTICIPAN

Su demanda llega después de que el Santander, Caixabank y Bankia hayan reconocido que habrá ajustes en sus dividendos, en algunos casos coincidiendo con la celebración sus Juntas generales de accionistas.

Es el caso de Bankia. Su presidente, José Ignacio Goirigolzarri, admitió este viernes ante los accionistas del banco que el objetivo de distribuir 2.500 millones de euros en pago por dividendos fijado en el plan estratégico 2018-2021 "tiene que ser revisado y queda condicionando al efecto que pueda tener esta crisis” provocada por el Covid-19.

El banco renuncia a cualquier pago extraordinario con cargo a su hucha de capital y fijará criterios “de extrema prudencia a la hora de definir el eventual dividendo con cargo al ejercicio 2020”. Según explicó, quiere tener la “máxima flexibilidad” para financiar a familias y empresas.

La víspera y también en Junta era el presidente del Sabadell, Josep Oliú, quien anticipaba a los accionistas que el banco asume “algún sacrificio” por la crisis del Covid-19, aunque su fortaleza “permite ver con optimismo el día después”. Todo ello sin llegar a cifrar el impacto ni detallar, aunque lo parecía, que podría afectar al dividendo.

El primero en dar un paso al frente con una decisión tan difícil porque afecta a los dueños de la entidad era el Santander. El banco cántabro anunciaba la cancelación del dividendo que preveía pagar en noviembre y consolidará un único dividendo final que se someterá a la aprobación de la junta general de accionistas, pero ya en el 2021 una vez que se conozca el impacto final de la pandemia. No pagará, por tanto, cupón alguno durante el actual ejercicio con cargo a sus resultados de 2020.

En un sentido parecido se ha pronunciado Caixabank, pero ajustando los dividendos con cargo a las cuentas del 2019 y las que genere en 2020. Su consejo de administración aprobó bajar en un 53,3% o de 0,15 a 0,07 euros el dividendo en efectivo que pagará el próximo 15 de abril. Supone un ‘pay out’ del 24,6% y será la única remuneración al accionista prevista con cargo al ejercicio 2019. Y de cara a las cuentas del 2020 tampoco distribuirá dividendos en efectivo por más del 50% del beneficio neto como proyectaba, sino que su ‘pay out’ se limitará al 30%.

En todos los casos los bancos han subrayado que cuentan con hucha de capital suficiente para atender los abonos, pero preferían guardar las reservas para poder inyectar financiación a familias y empresas ahora. Su hucha les permitirá además absorber pérdidas si hubiese impagos sin generar tensiones en sus balances.

MÁS MEDIDAS DEL BCE

El organismo liderado por Christine Lagarde realiza esta demanda de máxima reserva de capital después de que los pasados días 12 y 20 de marzo adoptase otras medidas de ayuda temporal para garantizar que los bancos sigan apoyando a la economía.

Por ejemplo, ha aprobado un programa para comprar deuda pública y privada por hasta 750.000 millones y ha dado luz verde a las entidades financieras para echar manos de algunos colchones de capital y solvencia si lo requiere la situación.

El BCE mostró en un comunicado su confianza en que los accionistas de los bancos “se unan a este esfuerzo colectivo”, ya que capital no distribuido servirá “para apoyar a los hogares, las pequeñas empresas y los prestatarios corporativos” y para absorber eventuales pérdidas que sus créditos generen si resultan impagados.

A continuación el Banco de España emitió un comunicado informando de que extenderá la instrucción a las entidades que supervisa directamente. Según explicó, la intención última de esta medida es facilitar que las entidades financieras puedan ejercer “su importante papel de financiar a la economía real en momentos de tensiones de liquidez, como los generados por Covid-19, facilitando así su posterior recuperación una vez se supere la crisis sanitaria”.

El BCE tiene la supervisión directa y, por tanto, capacidad para garantizar que esta instrucción se cumple entre los grandes bancos de todos los países europeos, que en España son todos los grandes y supone la mayoría del sector financiero.

Al Banco de España le corresponde a su vez la supervisión directa de firmas más pequeñas, como son las cajas de ahorros que aún existen, las cooperativas de crédito y rurales menores, algunos especialistas de crédito al consumo y los establecimientos financieros de crédito.

(SERVIMEDIA)
27 Mar 2020
ECR/gja