Tras analizar el plan de choque que el Ejecutivo autonómico puso en marcha recientemente con el objetivo de llevar a cabo una inspección física de residencias y establecer un diagnóstico de toda la red asistencial, el asesor del presidente de la Fundación Edad&Vida, el doctor Josep María Via, sostiene que “es insuficiente” y pide ir “más allá”.

“Necesitamos más presencia de profesionales sanitarios en las residencias”, ha explicado. Así, desde la entidad recuerdan que faltan médicos y enfermeras para valorar de forma global e individualmente a todos los usuarios de los centros. Por eso proponen que sean los médicos de Atención Primaria los que puedan apoyar en el control de las personas alojadas en los centros de mayores. Además, aseguran que es “imprescindible” dotarles de kits terapéuticos básicos con oxígeno y fármacos para cuidados paliativos, asegurando el suministro de equipos de protección individual (EPI) para garantizar una correcta prestación de los cuidados sanitarios.

Según el doctor Via “ahora mismo muchos médicos de atención primaria atienden a personas afectadas por coronavirus a través de atención telefónica y de urgencia y estos profesionales podrían ser claves para contener la pandemia en las residencias y proteger las personas mayores que viven en ellas”.

“Es necesario atender la verdadera realidad de estos espacios (triajes, cuidados intensivos, tratamientos especializados con oxígeno, atención paliativa, etc.) y para ello hay que contar con profesionales especializados”, ha apostillado Via. En este sentido ha hecho alusión a otras comunidades como Cataluña o Andalucía que “ya han tomado medidas encaminadas a garantizar la adecuada atención en los centros residenciales”.

Por último, desde la entidad apuntan que, según datos oficiales de cada comunidad autónoma, el número de personas mayores fallecidas en residencias en toda España es de más de 2.800. Sin embargo, no hay datos concretos de Madrid, ya que la región no detalla información al respecto desde el pasado 26 de marzo, cuando se reconoció que habían muerto 1.065 mayores y que había miles de contagiados o aislados.