Según explicaron a Servimedia fuentes parlamentarias, los diputados que lo pidan pueden renunciar las indemnizaciones o dietas mensuales de 917 euros que perciben los electos por Madrid y los 1.921 que reciben los de fuera. Pero lo que no pueden es ordenar que ese dinero se convierta automáticamente en donación a un tercero; en este caso, a la lucha contra el coronavirus, ya sea para adquirir material sanitario o para ayudar a sectores desfavorecidos.

Tal y como precisaron las fuentes consultadas, los complementos salariales se nutren de los Presupuestos de la Cámara, y éstos de los Presupuestos Generales del Estado. Por tanto, si el dinero previsto para tales asignaciones no se utiliza, se lo queda el Congreso o lo devuelve al Ministerio de Hacienda; no puede donarse.

Esta circunstancia invalida la mayoría de las iniciativas de grupos parlamentarios que abordará este martes la Mesa, que sugerían destinar a la lucha contra el coronavirus o a los sectores afectados unos complementos que consideran no tienen razón de ser cuando pretenden compensar a los diputados por los gastos que conlleva la realización de su actividad parlamentaria y ésta se reduce a mínimos.

PROPUESTAS

En concreto, una proposición de ley de EH Bildu, una petición de Compromís a la Mesa y una carta de la CUP a la presidenta, Meritxell Batet, abogan por destinar a la lucha contra el coronavirus las citadas indemnizaciones o dietas.

Además, Unidas Podemos presentó una proposición no de ley para que los miembros del Gobierno, tanto ministros como altos cargos, cedan la mitad de su sueldo total, y un escrito a la Mesa del Congreso para que los diputados hagan lo propio. El PSOE se ofreció a destinar estas indemnizaciones de sus diputados y senadores.

Por su parte, Junts la cantidad destinada a pagar los desplazamientos, pero ésta última es una compra directa de billetes de tren o avión o compensación a posteriori por un trayecto en coche ya ejecutado y justificado. Por tanto, si los viajes no se han realizado, los diputados no perciben ningún dinero que, en cualquier caso, no podrían donar.

Desestimada la posibilidad de la donación, en principio la iniciativa que más probabilidades tiene de salir adelante es la que lanzó la propia Batet, quien pidió a la Secretaría General de la Cámara una estimación del ahorro que la falta de actividad parlamentaria está suponiendo para los gastos del Congreso por todos los conceptos. También le ha solicitado que estudie la fórmula jurídica que permita destinar esa cantidad ahorrada a la lucha contra el coronavirus.