La radiología constituye un “elemento clave” en el manejo del paciente que padece Covid-19 porque permite tomar decisiones en procesos como el ingreso hospitalario, el tipo de tratamiento o el traslado a UCI, según explicó este martes la UC3M en un comunicado.

Las radiografías planas que se suelen utilizar en la actualidad resultan “poco sensibles” e “infravaloran” el alcance de las lesiones pulmonares si se comparan los resultados con los obtenidos por un TAC (tomografía axial computarizada), aunque “resulta inviable” poder realizar esta prueba a todos los pacientes con sospecha de Covid-19 por motivos de disponibilidad de equipos y de logística.

Lo que los investigadores tratan de conseguir en el marco de este proyecto es combinar la Inteligencia Artificial (IA) y la tomosíntesis con dosis bajas de rayos X para desarrollar un dispositivo de bajo coste que podría aumentar sustancialmente la precisión diagnóstica radiológica, con niveles comparables a los que se consigue mediante un TAC.

Además, este sistema ofrecería mucha mayor disponibilidad y sería más versátil, dado que se podría instalar incluso en vehículos o en carpas portátiles de triaje.

“La incorporación de algoritmos de IA puede contribuir a facilitar el diagnóstico, acelerando el análisis de las imágenes y reduciendo las dosis de radiación recibida por el paciente”, señaló el investigador responsable del proyecto, Manuel Desco, investigador del Departamento de Bioingeniería e Ingeniería Aeroespacial de la UC3M y del Instituto de Investigación Sanitaria Gregorio Marañón.

El objetivo general de esta iniciativa es conseguir adaptar desarrollos tecnológicos que ya están en curso para cubrir las necesidades específicas de imagen radiológica demandadas por la epidemia.

El proyecto tiene una duración estimada seis meses, al término de los cuales se pretende disponer de un nuevo sistema de radiología completamente funcional, capaz de realizar estudios “cuasi-tomográficos” de rayos X.

Según los investigadores, este sistema tiene “múltiples ventajas” respecto a las técnicas empleadas en la actualidad: permite aumentar la precisión diagnóstica radiológica; aumenta la disponibilidad de medios diagnósticos a un coste asumible; facilita la caracterización epidemiológica del brote, detectando mejor la existencia de afectación pulmonar; simplifica el trabajo al radiólogo, y garantiza la optimización de la dosis administrada al paciente.