Los detenidos, ambos de origen colombiano, son H.T.M.y W.P.A., de 35 y 34 años de edad, respectivamente, y ya han pasado a disposición judicial. Uno de ellos era empleado del centro comercial y fue el cerebro del robo.

Según el Instituto Armado, la semana pasada se personó en el Puesto de la Guardia Civil de Ciempozuelos el representante legal de una gran superficie que denunció la sustracción de los jamones.

Los agentes acudieron al lugar del robo y comprobaron que una furgoneta, que no era de la empresa, había accedido al recinto y se la había cargado con el género que realmente le correspondía a una furgoneta de similares características y destino.

Las primeras sospechas se centraron en los trabajadores del centro, ya que el conductor de la furgoneta poseía una información muy precisa de los movimientos que debía realizar dentro de las instalaciones y del tipo y destino de la carga con la que debía llenarse el furgón que estaba suplantando.

Los agentes localizaron la furgoneta utilizada para el robo, propiedad de una segunda empresa formada por unos pocos socios. Las sospechas se centraron sobre uno de ellos, que tenía bajo su cargo la furgoneta en el momento del robo y que tenía un primo empleado en la gran superficie.

Ambos fueron llamados a declarar en dependencias oficiales y reconocieron su implicación en los hechos. El trabajador de la gran superficie, consciente de las vulnerabilidades que presentaba el control de entrada al recinto, le señaló a su compinche las indicaciones que debía dar al personal de seguridad para pasar el filtro sin mostrar ningún tipo de albarán o acreditación.

Una vez superado el registro de entrada, la furgoneta fue tratada como si fuera de la empresa, siendo cargada y saliendo del recinto sin ningún tipo de problemas.

La Guardia Civil continúa con las gestiones para identificar y detener a los receptadores de los jamones, por lo que no se descartan nuevas detenciones.