En su intervención en el debate sobre la cuarta prórroga del estado de alarma, Asens, que sustituyó por primera vez en estas lides al portavoz del grupo, Pablo Echenique, citó ‘La peste’, de Albert Camus, para pedir combatir el coronavirus “con contundencia pero con decencia”, y denunciar que “las peores epidemias son las morales”, cuando sale también “lo peor de cada uno” y “pude emerger también la mezquindad, la indecencia”.

Identificó estas palabras con las intervenciones anteriores de los presidentes del PP y Vox, Pablo Casado y Santiago Abascal, y su “visión patrimonialista del Estado” que les hace ver “ilegítimo” cualquier Gobierno que no sea el suyo, quizá porque la Transición “se tuvo que pactar” con los franquistas.

Agradeció a Ciudadanos que haya entendido que “cada vez que nos peleamos, el virus avanza”, y que “haya hecho de derecha responsable” ante una cuestión como ésta, “aunque nunca podamos gobernar juntos”. Y opuso su actitud a la de Casado, quien, a su juicio, “hoy tenía la oportunidad de presentarse como líder de la oposición y estar a la altura de alguien que aspira”, como él a diferencia de Abascal, a ser presidente del Gobierno”.

A Rufián le afeó el voto en contra a la prórroga repitiéndole lo que una vez le dijo de que “la competición con Junts sólo nos conduciría al precipio de Vox”. “Ojalá escuche más a su compañero Joan Tardà”, le pidió en referencia al anterior portavoz de ERC en el Congreso.

“Necesitamos más la ERC de Tardà que la que vive atada de pies y manos a Torra como antes vivía atada de pies y manos a la Convergència de (el expresidente catalán Jordi) Pujol”. Eso sí, aventuró que Rufián está “más cerca de Tardá que de su partido”; una referencia a la que el portavoz asistió impasible y le contestó después en su intervención tachando de “tramposos” los comentarios de Asens y barruntando que hoy había sido el portavoz de Unidas Podemos para contestar a ERC.

El presidente de Unidas Podemos, en todo caso, sí reconoció, en línea con lo que pedía ERC, “más cultura federal” por la “deuda con las comunidades autónomas y los ayuntamientos” y la necesidad de “escuchar a quienes están más cerca de los ciudadanos”.