De esta manera respondió Sánchez al líder del principal partido de la oposición durante el turno de réplica del debate en el Congreso sobre la prórroga del estado de alarma. “Debemos despolitizar la emergencia”, aseveró el presidente.

Sánchez acompañó sus palabras con la de líderes de la oposición de otros países del entorno europeo que arropan al Ejecutivo mientras en España se “ataca” y no se dejan de lado “los intereses partidistas”, lamentó.

Desde la tribuna, el presidente pidió que “no busquen respuesta individualizada en resultados en esta primera etapa” contra la pandemia porque ha sido “resultado de una acción concertada conjunta”, resumió Sánchez.

En esta línea, el presidente le comentó a Casado que le da “miedo el acuerdo” porque cree que “con ello ayuda al Gobierno” pero “no es cierto” porque apoyando la prórroga “ayudaría a los españoles y, si me apura, se ayudaría a sí mismo”.

Según Sánchez, si quieren “volver a gobernar” así lograrían que la mayoría de los españoles les perciban como “un partido moderado, prudente, con responsabilidad de Estado que arrima hombro cuando estamos viviendo la situación más inédita y compleja en democracia”.

SIN ODIO

Pero “usted quiere parecerse al señor Abascal en su discurso en este momento tan crítico de nuestra historia”, le afeó Sánchez a Casado, por lo que le pidió que se aleje del “movimiento ultraderechista de la sociedad española que quiere la ruptura de la convivencia” y es “muy ruidoso con las caceroladas”. “Son muy ruidosas, pero no las coja, aplauda a los sanitarios y españoles".

Sánchez también arremetió contra el líder de Vox, Santiago Abascal, y le pidió que “abandone el odio”. “Creo que, si acaba con ese discurso de odio, sobre todo a los partidos coalición, creo que hará un bien a España y un bien a sí mismo, tómelo como consejo sin ningún tipo de interés más allá del político”.

Tras el acuerdo entre el Ejecutivo y Ciudadanos, Sánchez se dirigió a Inés Arrimadas y le agradeció el tono de la intervención y el apoyo porque “ha demostrado con diez escaños que se puede ser mucho más relevante que con 89 escaños” mientras “se tiene voluntad de ser útil”.

El presidente, que insistió en que el estado de alarma “forma parte de nuestra Constitución” y que es el “único” instrumento que servirá para impedir la movilidad. Pero “no le perdamos el respeto al virus” porque “no hay que tener prisa, hay que tener método, constancia” y continuar con algo que “funciona”, como el estado de alarma, ya que “no hay otra opción al día de hoy”.

Pese a los ataques que recibió Sánchez, el presidente se defendió aseverando que “pierden tiempo y energía los que se alivian demonizando al Gobierno en vez de invertir todos sus esfuerzos en luchar contra el virus” porque “sólo ganarán frustración y desafección con la ciudadanía”.

De hecho, a la portavoz de Junts, Laura Borràs, el presidente le trasladó que sin estado de alarma el Gobierno de la Generalitat “no tiene instrumentos jurídicos” para cerrar Barcelona. “No los tiene, no faltemos a la verdad porque no hay instrumentos jurídicos”, insistió el presidente.

Además, ante las críticas por la falta de atención con las comunidades autónomas, el presidente afirmó que el 83% de las medidas impuestas fueron sugeridas por las comunidades autónomas.