Iglesias comenzó su discurso al Consejo Ciudadano Estatal de Podemos, que se celebra esta tarde por primera vez de forma telemática debido al estado de alarma, recordando al recientemente fallecido Chato Galante, uno de los presos supuestamente torturados por Pacheco. “Siento vergüenza por que no hayamos llegado a tiempo para que personas como Chato pudieran ver cómo se retiraban las medallas y los honores a Billy el Niño”, reiteró, como ha venido haciendo desde ayer por la muerte de “un criminal que representó lo peor de nuestra historia y lo peor de la voluntad política del Estado español”.

Por lo demás, ya refiriéndose a la lucha contra el coronavirus desde el Gobierno, Iglesias insistió en los mensajes que suele trasladar desde otros púlpitos. Presumió de que Podemos está ”contribuyendo a que esta vez la crisis económica y social se afronte de manera diferente” a la de 2008, cuya gestión recordó que está en el origen del partido.

Enumeró la distintas medidas del llamado “escudo social”, incluyendo el acuerdo alcanzado hoy por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz (que propiamente es militante de IU), con los agentes sociales para prolongar los ERTE más allá del estado de alarma, y también el inminente ingreso mínimo vital, que admitió que “ojalá hubiera llegado hace mucho tiempo” pero sobre el que se declaró “modestamente satisfecho de acelerar su implementación”.

ESCUDO SOCIAL

Así, aun reconociendo que “las medidas que hemos puesto en marcha están lejos de ser perfectas, lejos de ser completas”, el vicepresidente proclamó que el escudo social que está construyendo el Gobierno “no tiene precedentes” y “es mucho más de lo que hizo nunca ningún Gobierno para proteger a la gente”.

También enumero los “consensos sociales” que Podemos viene dando por establecidos durante la crisis del coronavirus: que no haya recortes en sanidad, que hay que reforzar la industria para que España pueda fabricarse el material sanitario que necesita, que el sistema fiscal ha de ser progresivo y solidario y que hay que tener una postura de país ante la UE, “donde en último término se va a dirimir la batalla de cómo vamos a salir de esta crisis”.

Iglesias insistió igualmente, alegando que lo está pidiendo la ciudadanía, en tender la mano a la oposición a pesar de que “Vox está en posiciones abiertamente golpistas y se sitúa sistemáticamente en contra del interés general y de todos los consensos”, y de que el PP se encuentra “atrapado en su competición con Vox” y por tanto “incapaz de desempeñar el papel que se esperaría del principal partido de la oposición”.

A Ciudadanos, por su parte, le volvió a reconocer que “ha escenificado lo que se podría llamar una derecha civilizada”, ya que, aun llamando “socialcomunista” al Gobierno, “han sido capaces de aceptar la mano que les estamos tendiendo”. Pero no olvidó subrayar el aspecto que ya esta mañana mencionó para descartar un posible cambio de aliado por parte del PSOE: “Hay que saludarlo, a pesar del peso modesto que tiene Ciudadanos en estos momentos”.

"MARQUÉS DE VALTIERRA"

Iglesias tampoco dejó pasar la queja que expresó el portavoz de Vox en el Congreso de los Diputados, Iván Espinosa de los Monteros, a quien llamó “próximo marques de Valtierra”, de que el secretario general del PCE fuera elegido vicepresidente de la comisión para la reconstrucción, y citar la respuesta del de Unidas Podemos, Pablo Echenique, quien le replicó que mientras el PCE colaboraba para la Transición, los “padres ideológicos” de Vox estaban “afilando los sables”.

Por tanto, el vicepresidente emplazó de nuevo al PP a elegir “si se sitúa con Vox en una esquina de la historia o con España y los consensos que comparte la gran mayoría de los ciudadanos y también sus propios votantes”.

Él, por su parte, se reafirmó en las apuestas de Podemos, y dejó caer respecto a quienes desde el propio partido o le desaconsejaron entrar en un Ejecutivo de coalición con el PSOE : “Hay quienes plantean que gestionar una crisis en el Gobierno desgasta mucho y que ‘menudo lio’. Bueno, pues mejor que se dediquen a otra cosa. Porque, cuando vienen mal dadas, es cuando más hay que dar la cara, cuando más hay que trabajar para proteger a la gente y cuando más sentido cobra la política”.

No obstante, advirtió de que “las cosas también pueden ir en la dirección que les gustaría a los enemigos del interés general, los que siempre salen ganando de todas las crisis y que están demostrando una vez más estar dispuestos a lo que sea, a gritar, a insultar, a mentir, a hacer política con la muerte, para que esta vez también sea igual que casi siempre”. Y por eso calificó de “fundamental” que la gente de Podemos siga movilizada.