Según comunicó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el descenso en el beneficio neto se explica porque Abertis ha aportado 40,4 millones menos que el año anterior, por el impacto en el beneficio de Clece por 10,3 millones, y 30 millones derivados de las diferencias en la valoración de instrumentos financieros.

Sin considerar estos efectos, el beneficio neto se mantendría en los mismos niveles el año anterior, según indicó la compañía.

ACS detalló que el impacto del Covid-19 se ha reflejado en Abertis, que se ha visto “sustancialmente afectada” por el confinamiento y la restricción de la movilidad en la mayoría de los países donde opera, provocando caídas drásticas en el tráfico medio diario en marzo.

En Clece, que ofrece servicios de mantenimiento integral de edificios, lugares públicos u organizaciones, así como asistencia a personas, se han paralizado o reducido “significativamente” las actividades de limpieza y mantenimiento de aquellas infraestructuras sociales que han cesado su actividad como centros escolares o de ocio, instalaciones no esenciales y el transporte aéreo. Sin embargo, se ha reforzado la actividad en centros hospitalarios y dependencias públicas.

En el resto de actividades el impacto ha sido “mínimo”, según ACS. En el negocio de construcción el fuerte crecimiento de las ventas de Turner en Estados Unidos ha compensado la devaluación del dólar australiano, afectando a la filial australiana Cimic (cuyas ventas consolidan en el Grupo ACS al 100%).

El beneficio bruto de explotación (Ebitda) cayó un 8,3%, hasta los 751 millones, por el impacto del Covid-19 en Abertis y Clece.

Las ventas crecieron un 3,1% entre enero y marzo, hasta totalizar 9.553 millones, apoyado en la positiva evolución de Turner, compensando el descenso de actividad en Asia y Europa.

La cartera totalizó 73.196 millones, con un descenso del 2,9%.

Por áreas de negocio, servicios industriales obtuvo un beneficio neto de 120 millones, representando el 60% del beneficio neto de todo el grupo. Las ventas disminuyeron un 5,5%, hasta los 1.913 millones, por el retraso en el inicio de algunos proyectos y la devaluación de las monedas latinoamericanas.

El área de infraestructuras se vio afectada por Abertis y como consecuencia de ello redujo su beneficio neto un 26%. La actividad de construcción se anotó un beneficio de 87 millones, en línea con el año anterior, y las concesiones generaron 10,4 millones, tras la caída en Abertis.

Las ventas en construcción alcanzaron los 7.235 millones de euros, con un incremento del 5,8%, y en concesiones cayeron un 7,4%, hasta los 18 millones.

En servicios, las ventas fueron de 393 millones, un 1% más, y la aportación al beneficio fue negativa, con un millón de pérdidas.

Por áreas geográficas, las ventas en América del Norte representan un 51% del total, Europa un 18%, Australia un 16%, Asia un 5%, América del Sur un 8% y África el restante 2%. Las ventas en España suponen un 13% del total.

Destaca la caída en las ventas de Europa del 15,7% y en Asia Pacífico del 12,1%, mientras que las de África crecieron un 118,7% y las de América del Sur repuntaron un 21,8%.

Por último, la deuda fue de 2.374 millones, casi un 164% más que hace un año, tras haber afrontado los pagos derivados de la salida del mercado de Oriente Medio por parte de Cimic por un importe de 800 millones de euros, el incremento en las inversiones y remuneración al accionista.