Alimentación

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria urge a revisar los límites de ocratoxina A en alimentos

Madrid
SERVIMEDIA

La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha urgido a revisar los límites máximos de ocratoxina A (OTA) en alimentos al concluir que con los niveles de exposición actuales no puede descartarse un riesgo para la salud de la “mayoría” de los grupos de consumidores estudiados.

Así lo ha puesto de manifiesto a través de una nueva opinión científica sobre los riesgos para la salud pública derivados de su presencia en alimentos publicada después de finalizar la consulta abierta en diciembre de 2019, según anunció este jueves la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan).

La OTA es una micotoxina producida naturalmente por mohos que se puede encontrar en una gran variedad de alimentos y la EFSA ha identificado ciertos productos cárnicos, queso y cereales así como productos a base de cereales como los “contribuyentes más importantes” a la exposición dietética “crónica” a la OTA.

Junto a ellos, ha detectado alimentos como las frutas deshidratadas y frescas (uvas, higos y dátiles) y los zumos y los néctares de frutas, así como los productos de confitería a base de regaliz, como otros de los productos y alimentos que, aunque en menor medida y sólo para ciertos grupos de población, también contribuyen a dicha exposición.

En la actualidad los niveles máximos de esta sustancia en los alimentos se encuentran regulados en el Reglamento 1881/2006, de 19 de Diciembre de 2006, de la Comisión, por el que se fija el contenido máximo de determinados contaminantes en los productos alimenticios, pero los nuevos datos disponibles desde la última evaluación en 2006 sugieren que la OTA puede ser genotóxica, al dañar directamente el ADN y tener efectos carcinogénicos en el riñón.

En su opinión científica anterior, la EFSA estableció una ingesta semanal tolerable basada únicamente en la toxicidad y la carcinogenicidad renal pero ahora reconoce que este valor de referencia basado en la salud “ya no es aplicable”. Sus expertos han usado ahora un enfoque “más conservador” y han efectuado el cálculo de un "margen" de exposición como metodología para considerar “posibles problemas de seguridad” derivados de la presencia en alimentos y piensos de OTA, al ser genotóxica y cancerígena.

A su juicio, es “necesario” que los gestores del riesgo, Comisión Europea y Estados miembro de la UE, impulsen la revisión de los límites máximos establecidos en el Reglamento (CE) Nº 1881/2006 así como la fijación de nuevos límites en otros alimentos que pudieran ahora incluirse en la legislación de la UE.

“Una correcta gestión del riesgo hace que se reduzca tanto como sea posible la exposición del consumidor a esta sustancia y, por lo tanto, la posibilidad de sufrir efectos indeseables con el tiempo”, señaló la Aesan, que consideró “muy importante” la aplicación de “buenas prácticas” para la reducción de esta micotoxina en Europa.

(SERVIMEDIA)
14 Mayo 2020
MJR/mjg