Bal comenzó su intervención desde la tribuna del Congreso señalando su mascarilla, que se acababa de quitar, para recordar que “está para ponérsela” porque el Hemiciclo es un espacio cerrado y se le está pidiendo a los ciudadanos que en esos lugares se la pongan. “A ver si damos ejemplo”.

Recordó que desde la última prórroga del estado de alarma han muerto 2.165 personas en España por Covid-19 y cuando “nos ponemos contentos” porque los muertos diarios bajan de cien o “nos entristecemos” cuando hay un repunte, hay que tener en cuenta que no son cifras sino personas y familias rotas a las que hay que decir “todos unidos que estamos con ellos”.

Un año después de jurar la Constitución como diputado y con varios de servicio público como abogado del Estado, Edmundo Bal insistió en que su responsabilidad es buscar soluciones para la gente y no entrar en el “y tú más”. Qué más hace falta, además de 28.000 muertos, se preguntó, para que Pablo Echenique, Gabriel Rufián o Santiago Abascal abandonen “esa vieja política”.

Acusó a continuación al portavoz de ERC de buscar rédito político de una “posición de amenaza” al cuestionar la mayoría de la moción de censura. Reconoció que el Gobierno se ha mostrado “intransigente, unilateral”, ha cometido errores y “ha abusado del estado de alarma”, pero pidió votar “con responsabilidad” conscientes de que la cuestión es cómo desconfinar una vez que “vamos ganando al virus” y no se pueden dar pasos atrás.

Se dirigió irónicamente a quienes creían “insignificante” a Ciudadanos y subrayó que gobiernan en comunidades autónomas con acuerdos “sólidos” que se han anticipado a las medidas contra la epidemia dando ejemplo de sentido común, pragmatismo y moderación.

A quienes defienden el “no radical” a esa prórroga, les pidió que vayan a un hospital y expliquen por qué están “a favor de los contagios y de poner en riesgo a los sanitarios”. “Todos estamos enfadados, todos estamos perdiendo la paciencia, el confinamiento es muy duro”, reconoció, pero hay que tomar decisiones “con la cabeza, no con las tripas”, y, sobre todo, “no aprovechar el rédito político de esta tragedia”.

Edmundo Bal insinuó que es imposible no perder la paciencia con Sánchez cuando asegura que la dicotomía es “o él o el caos”, cuando quiere “imponer una prórroga de un mes” del estado de alarma e “irse del control” parlamentario, o cuando se publican casi a media noche medidas que entran en vigor apenas media hora después y que además se rectifican. Sin embargo, dijo, Ciudadanos “hace política útil” y consigue mejoras trabajando, no quedándose en “discursos grandilocuentes”.

Enumeró a continuación esas medidas logradas por su partido y emplazó a ERC a explicar a los autónomos y empresarios catalanes por qué votan en contra, así como a renunciar al “rédito político” que implica vincular la votación de la prórroga del estado de alarma a la “mesa de la vergüenza” sobre Cataluña. “Es una vergüenza sacar ese tema ahora, con la gente pensando en salvar su vida y sus empleos”, sentenció.

Alertó también a Sánchez de que no puede “apoltronarse” en el estado de alarma porque “estamos al final de esta situación”, le pidió que sea “pulcro” en su aplicación y que rehabilite el portal de transparencia. “No tiene nuevos socios”, le dijo, sus socios siguen siendo “los que le dejan en la estacada”, lo que tiene es un partido “de Estado” que siempre apoyará medidas en beneficio del interés general si el Gobierno “abandona la arrogancia”.

Edmundo Bal dijo también al PP que sabe que si gobernara tendría la mano tendida de Ciudadanos, que ha demostrado su “total honestidad” en los acuerdos autonómicos. A Sánchez “le votamos que no, votamos que sí a los españoles”, aclaró, al tiempo que reclamó al presidente que no vuelva a “amenazar” a los partidos ni a “cultivar el miedo”. Si cumple los acuerdos tendrá a Ciudadanos, concluyó, pero si no lo hace “ya ha visto lo solo que está”.