Así lo defendió en rueda de prensa el director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, Michael Ryan, quien, con respecto a un futuro rebrote o una nueva ola de la pandemia, precisó que aún nos encontramos “en medio de la primera ola a nivel mundial”.

“En algunos países estamos todavía en una fase en la que la enfermedad está ascendiendo por primera vez y hay otros países, como España, que sí han logrado limitar e incluso suprimir la transmisión de la enfermedad, lo cual es loable”, incidió, al tiempo que puntualizó que, tal y como describen los estudios de seroprevalencia, el número de personas infectadas en cada país “sigue siendo relativamente bajo”.

Ryan aseguró que el hecho de que la enfermedad “esté disminuyendo no significa que vaya a seguir disminuyendo y que tendremos unos meses para prepararnos para la segunda ola”. “Puede haber un segundo pico en la primera, como pasó en la gripe de 1918”, alertó.

El experto afirmó que aquellos países de Europa, el sudeste asiático o América que “han avanzado” en la lucha contra la pandemia también deben establecer medidas sanitarias para contener la trasmisión así como de detección, supervisión y seguimiento de casos, de aislamiento de positivos y de realización de pruebas en el marco de una “estrategia completa” para garantizar esa “tendencia decreciente y que no haya un segundo pico inmediato grave”.

Tras advertir de que “lo más eficaz” para “reducir el ritmo de la epidemia es pedirle a la gente que se quede en casa, aislando también los casos positivos”, consideró “especialmente preocupante” la posibilidad de que en la segunda mitad del año se produzca una segunda ola en el caso de que esta coincidiera con la temporada de gripe, una situación, a su juicio, “muy grave y difícil para el control de la enfermedad”.

JAPÓN

Por su parte, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, puso como ejemplo a seguir a Japón, cuyo caso tildó de “éxito” y a pesar de eso continuará realizando una identificación y seguimiento de casos y tratando “de forma adecuada” los casos positivos.

“Levantar las medidas más restrictivas no significa que no sigan movilizados los elementos sanitarios básicos”, dijo, convencido de que la distancia social debe “ayudarnos a prepararnos para todo lo que vendrá después” y de la necesidad de abogar por un “enfoque completo” desde el punto de vista de la salud pública para superar esta crisis sanitaria.

A su entender, “si no se toman medidas de distanciamiento social firmes, la velocidad de contagio será rápida”. “Para ganarle al virus hay que responder más rápido de lo que este se propaga, tomar las medidas para frenar su propagación y luego aplicar los enfoques en cuanto a salud pública”, prosiguió, para recordar que mientras el virus, “que es muy peligroso, se mueve muy rápido y es letal, tenga todo el margen de maniobra y pueda avanzar como quiera, no se le puede vencer”.

Finalmente, la epidemióloga de la OMS Maria van Kerkhove quiso dejar “bien claro” que todos los países “tienen que estar en alerta y listos para detectar casos de una forma muy rápida, atenderlos, rastrear contactos y empoderar a la población". “Incluso aquellos que hayan tenido éxito”, espetó, para insistir en que, “si el virus encuentra una posibilidad, provocará un nuevo brote y aprovechará cualquier ocasión para amplificarse”.

Por tanto, según la epidemióloga, todas las naciones deben seguir siendo “firmes, estar vigilantes y tener sistemas para detectar de forma rápida estos casos, tratarlos y encontrar y poner en cuarentena a los contactos”. “Las buenas noticias son que tenemos las herramientas necesarias para suprimir la transmisión”, aseveró, al tiempo que confirmó que, en la actualidad, “nada nos hace pensar que este virus vaya a surgir de nuevo en invierno”.

Tampoco existen datos para avanzar si se convertirá en estacional, por lo que instó a “no dormirse en los laureles” si bien la OMS está “preparada para distintos supuestos”, consciente de que “queda bastante tiempo para suprimir completamente al virus”.

La organizacion está “en contacto continuo” con China para determinar el origen de este virus así como para “entender su comportamiento” en el seno de una misión científica que espera llevar a cabo “cuanto antes”.