Durante la sesión de control al Ejecutivo en la Cámara Alta, Zapatero respondió así a una pregunta del senador del PP Pío García-Escudero en la que le interrogó sobre el número de empleos que piensa crear subiendo los impuestos a los ciudadanos en más de 16.000 millones de euros.

Zapatero aseveró que la subida de impuestos tiene como objetivo "mantener el máximo de protección social, garantizar la estabilidad social y la cohesión del país, e intentar paliar con esfuerzo considerable de inversión pública el frenazo de la inversión del sector privado" que se ha producido como consecuencia de la crisis.

Además, subrayó en un par de ocasiones que la subida de impuestos servirá para "caminar en el pacto de estabilidad" que fija la Unión Europea, lo que el Partido Popular recibió como la prueba de que Zapatero busca "tapar el tremendo boquete abierto en las cuentas públicas por su despilfarro".

Zapatero volvió a pedir a los ciudadanos "un esfuerzo moderado y temporal para mantener la protección social, la inversión productiva y cumplir la estabilidad presupuestaria", todo ello -recalcó- sin superar la presión fiscal que encontró a su llegada al Gobierno en 2004.

El presidente recordó que el PP dejó la presión fiscal en el 35,5% del PIB y ahora está en el 32,8%, gracias a la rebaja del Impuesto de Sociedades y la supresión del Impuesto de Patrimonio.

Acusó al PP de hacer "demagogia" con la subida de impuestos y se mostró convencido de los ciudadanos no se creerán sus advertencias porque en los últimos cinco años han comprobado que el PSOE ha subido las pensiones mínimas "un 30%", ha dado ayudas al alquiler "a 120.000 jóvenes" y ha atendido con la Ley de Dependencia a "500.000 ciudadanos ante la falta de autonomía personal".

AUSTERIDAD COMO SOLUCIÓN

García-Escudero apostó por la austeridad en el gasto para cumplir la estabilidad presupuestaria y propuso ideas concretas como "recortar ministerios" del Gobierno, "eliminar tanta publicidad y tanta propaganda tan cara" sobre las políticas que desarrolla el Ejecutivo.

Advirtió de que subir los impuestos sólo servirá para "tener menos recaudación porque para aumentar la recaudación va a generar menos confianza" y eso provocará una caída del consumo y una consiguiente reducción de la economía española.

García-Escudero comparó la economía española con un "coche atascado en el barro" que necesita que le coloquen debajo unos "tablones" pero al que, sin embargo, Zapatero "va a cargar de plomo" con más gastos y más impuestos.

Además, criticó que la subida de impuestos se anuncie ahora que las familias regresan de vacaciones con los bolsillos vacíos, con la vuelta al cole y con la cuesta de septiembre por delante.

Adujo que aumentar la presión fiscal en estos momentos sólo provocará el efecto contrario al deseado porque "más impuestos es igual a menos consumo" y eso lleva a continuación a "menos ahorro" y a "menos empleo".

García-Escudero señaló que la solidaridad no es pedir a los ciudadanos que se apreten el cinturón y lamentó el "espectáculo" que ha dado el Gobierno con sus rectificaciones sobre si subía los impuestos o no, si afectaba al IRPF, si se incluiría el IVA o si se tocarían las sicav y las rentas de capital.

También recordó que inicialmente se dijo que la subida de impuestos sería para los ricos pero ahora afectará a todos los ciudadanos por igual a través del IVA y las rentas de capital. "Eso no es ser Robin Hood, es actuar como el sheriff de Notingham", apostilló.

En línea a su discurso, el senador del PP avisó a Zapatero que "en su propio partido están perdiendo la confianza en usted" y pronosticó que se va a quedar "más solo que la una" tras la dimisión de Jordi Sevilla y Pedro Solbes como diputados del Grupo Socialista.

El primer enfrentamiento después del verano entre García-Escudero y Zapatero acabó con los senadores socialistas en pie y los populares agitandpo pañuelos blancos a modo de censura al presidente. A la vista del espectáculo, el presidente del Senado, Javier Rojo, recordó a ambas bancadas: "estamos en el Parlamento, nada más".