Son datos facilitados este miércoles por Arrenta, correduría especializada en el seguro de impago por alquiler, que el pasado año ya vio crecer su producción o volumen de primas facturadas en un 40% al extenderse los arrendamientos en viviendas.

“No importa la antigüedad del contrato. Los propietarios prefieren renovar el seguro para evitar sustos”, explicó la directora general de Arrenta, Mercedes Robles, convencida de que la tendencia se mantendrá en el futuro.

La contratación de este tipo de seguros se ha reactivado con la apertura de las agencias inmobiliarias y en junio experimentó incrementos del 10% frente a las cifras previas al Covid-19.

Para el conjunto del ejercicio, la empresa espera elevar su contratación un 45%, frente al aumento del 40% logrado en 2019, persuadida de que estas pólizas “se han convertido prácticamente en las únicas herramientas que aseguran el cobro de la renta por impago” ya que las posibilidades de solicitar garantías adicionales al inquilino “son escasas y limitadas”.

En cuanto al tipo de contratación, el 76,18% de los seguros cubrían el pasado año los doce meses de alquiler, un 19,58% seis meses y otro 2,24% hasta 18 meses.