Esta petición se produjo tras los ataques que han sufrido concesionarios de Nissan en Valencia y al anuncio de que los mismos se pueden producir también en otras ciudades, como Sevilla y Bilbao.

En un comunicado, Faconauto calificó estos actos de “condenables, injustificados e injustos, ya que lo único que consiguen es el cierre de las instalaciones atacadas, retrasando la recuperación de un sector que está muy necesitado de acelerar su vuelta a la normalidad para, de ese modo, poder seguir protegiendo el empleo que generan”.

Asimismo, Faconauto recordó a los trabajadores de Nissan que los concesionarios atacados “son empresas privadas españolas que ni comparten ni nada tienen que ver con la decisión tomada por la marca”.

Además, la patronal pidió que tengan en cuenta que los 72 concesionarios de Nissan distribuidos por España “dan empleo a 3.000 trabajadores que están viviendo una situación de mucha incertidumbre ante la fuerte caída de la actividad y de las ventas”.

Finalmente, Faconauto indicó que el cierre de la planta de Barcelona “no afecta a la actividad comercial de la marca ni España ni en Europa”, tal y como confirmaron sus directivos.