Así lo precisó este viernes el ministro de Consumo, Alberto Garzón, durante su comparecencia en la Comisión de Sanidad y Consumo del Senado para dar cuenta de las líneas generales de actividad de su departamento y las consecuencias de la pandemia para los consumidores españoles y en la que puntualizó que 'Nutriscore' es un sistema en el que ya venía trabajando desde hace “bastante tiempo” y “con éxito” la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición.

Garzón defendió que en el ámbito europeo es también el etiquetado “de preferencia” en países como Francia, donde ya está implantado; Bélgica y Alemania, que acaba de anunciar a la Comisión Europea su decisión de implantarlo.

La decisión de implementarlo en España supondrá, para Garzón, que el país “forme parte del grupo de países, junto a Francia y Alemania, que lideran una posición en Europa favorable a establecer un sistema vinculante y accesible para todas las personas”.

El titular de Consumo aseguró que “uno de los elementos centrales” para su ministerio es la protección de la salud alimentaria a través del consumo saludable y reconoció que los indicadores de obesidad y malnutrición, especialmente en la población infantil, “son desoladores”. “Al igual que entre aquellas familias con menos renta y menos niveles de estudio”, puntualizó, al tiempo que agregó que, “en general, estos indicadores son elevadísimos”.

“Estamos muy comprometidos con hacer una estrategia integral para promover un consumo saludable, que se debe promover a través de ese plan integral y sus instrumentos fiscales para incentivar que sean más atractivos los productos saludables porque son más baratos y sean menos atractivos los menos saludables”, apostilló.

Garzón avanzó que el ministerio lleva ya seis meses trabajando “de forma intensa” para encontrar el “mejor sistema” que permita a los consumidores estar “bien informados y tomar una decisión adecuada” y advirtió de que el Nutriscore es “el más adecuado”. Por ello, ya ha comenzado la tramitación para que, a lo largo de este año, se pueda contar con un decreto ley que ponga en marcha el etiquetado en 2021 porque, a su juicio, es un sistema que proporciona “elementos suficientes para tomar decisiones de consumo saludable”.

A este respecto, añadió que es “muy intuitivo” y aporta “información simple” que permite controlar en gramos y no en raciones lo que se consume así como incentivar el consumo saludable desde el inicio de la producción y reconoció que, de forma “pionera”, algunas empresas francesas implantadas en el país ya lo han puesto en marcha a pesar de que aún no hay regulación al respecto, por lo que estimó “importante” que España “disponga ya” de la reglamentación “adecuada” para que todas las empresas puedan acogerse a él de forma voluntaria.

“No es un sistema perfecto, pero nos parece muy adecuado ponerlo en marcha de forma rápida”, defendió, al tiempo que admitió que el Ejecutivo debe “incentivar” su adopción, convencido de que, dada la “conciencia” de la población y teniendo en cuenta las medidas que su ministerio adoptará, “conseguiremos que la inmensa totalidad de las empresas lo estén implantando en 2021”.

Con el fin de que este nuevo sistema “ayude” también a disponer “más temprano que tarde” de un sistema obligatorio, el Ejecutivo llevará a cabo campañas informativas para que el usuario se vaya “familiarizando” con este etiquetado y comprendiendo mejor el consumo que está realizando”.

CÓDIGO PAOS

Otro de los objetivos de su departamento en este ámbito es “reforzar” el Código PAOS con un nuevo código porque el actual “no estaba funcionando adecuadamente” y subrayó que la Aesan está trabajando en una propuesta de nuevo Código PAOS, “más acorde” con el objetivo de regular la publicidad de alimentos destinados a los menores para que “incentive” un consumo saludable. Así, destacó aspectos como la necesidad de elevar la edad de 12 a 15 años para todos los medios, introducir referencias a los criterios nutricionales para regular la publicidad de alimentos.

También propone prohibir la publicidad de determinados alimentos como los que tengan un nivel rojo en Nutriscore y garantizar la prohibición del uso de “personajes” en los anuncios, consciente de que hay un “descontrol importantísimo sobre el tipo de información de consumo no saludable hacia los menores”.

El sistema PAOS debería actualizarse “por consenso con los productores de alimentos”, según Garzón, quien, no obstante, subrayó que el Gobierno tiene la “prerrogativa de poder actuar para preservar la salud del menor”. “Nuestro objetivo es incorporar a toda la cadena productiva en la realización de este código PAOS”, dijo, consciente de que la industria “necesita un empujón” desde el punto de vista de la reglamentación puesto que “no se ha avanzado lo suficiente y se necesita mejorar”.

La Aesan tiene dos campañas previstas para el segundo semestre de este año, vinculadas a la prevención de la obesidad infantil y el consumo de azúcar después de que, durante estos meses, junto a Consumo y la Comisión Nacional del Mercado de la Competencia, haya llevado a cabo una “vigilancia importante” de precios para evitar especulaciones como consecuencia de la pandemia, si bien, en general, no ha detectado “aún una elevación de precios que tuviera un carácter puramente especulativo”.

Tras mostrarse “muy preocupado” por asuntos como el despilfarro alimentario o la lucha contra la obsolescencia programada en el marco de la estrategia de Economía Circular, avanzó que entre las materias que su departamento abordará en la segunda mitad de este ejercicio estará también la regulación de los números de atención al cliente, el desarrollo de la figura del consumidor vulnerable, la regulación de la publicidad de juguetes para evitar contenido sexista o la “mejora” de la “homogeneización de los criterios sancionadores” para que no vuelvan a darse escándalos como el de Volkswagen.