Así pues, España cerró un ciclo de 13 meses consecutivos con temperaturas más altas a lo habitual. La mayor anomalía térmica se produjo el pasado febrero, cuando hubo 3ºC más de la media. Abril del año pasado fue catalogado como normal y hay que remontarse a enero de 2019 para encontrar un mes algo más frío que de costumbre (-0,1ºC).

El último resumen climatológico mensual de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), difundido este martes, indica que el mes pasado resultó ser el 29º junio más frío (o 28º más cálido) de la serie histórica nacional de temperaturas, que comienza en 1965, y el quinto más fresco de este siglo XXI.

El pasado junio fue entre cálido y muy cálido en gran parte del sureste peninsular, y cálido en zonas de la mitad norte de Galicia y en puntos del Cantábrico. En cambio, resultó frío en la mayor parte de Extremadura, Andalucía occidental, sur de Galicia, La Rioja, Navarra, centro y norte de Aragón, y Cataluña, así como en puntos de ambas mesetas y de la costa de Almería, y fue muy frío en algunas de estas zonas.

En el resto de la España peninsular fue normal en cuanto a temperaturas. En Baleares resultó entre normal y cálido, mientras que en Canarias fue entre muy cálido y extremadamente cálido en zonas bajas, y normal en zonas altas, según se recoge en el resumen de la Aemet, adscrita al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Las anomalías térmicas más extremas se observaron en el interior de Almería y en zonas bajas de Canarias, donde se quedaron cercanas a 2ºC. En cambio, se situaron en valores negativos, cercanos a -1ºC, en la mayor parte de Extremadura y en zonas del oeste de Andalucía, sur de Galicia, La Rioja, Navarra, norte y centro de Aragón, Cataluña y puntos aislados de Castilla y León, así como en la costa de Almería.

Las temperaturas máximas diarias quedaron de media 0,1ºC por debajo de lo normal de junio, mientras que las mínimas diarias coincidieron con el valor medio, por lo que hubo una oscilación térmica diaria de 0,1ºC inferior al promedio del mes.

UN MES HÚMEDO

Por otro lado, junio fue húmedo al registrar una precipitación media sobre España de 34 litros por metro cuadrado, valor que supera en un 9% al valor normal del mes, que es de 31 litros por metro cuadrado (periodo de referencia entre 1981 y 2010).

Las precipitaciones estuvieron muy desigualmente repartidas tanto en el espacio como en el tiempo, y en muchas ocasiones fueron acompañadas de tormentas, de manera que fue un mes muy húmedo en Cantabria, norte de Burgos, noroeste del País Vasco, norte y sureste de Navarra, centro de Aragón, Cataluña, algunas zonas de la Comunidad Valenciana, sur de Cádiz, Ceuta, Mallorca y Canarias occidental, mientras que resultó muy seco en el suroeste de Castilla y León, y amplias zonas de Extremadura, sur de Castilla-La Mancha y norte de Andalucía.

En cuanto al porcentaje de precipitación, se superaron los valores normales en el cuadrante nordeste peninsular, regiones cantábricas, amplias zonas de Castilla y León, Comunidad Valenciana, litoral de Murcia, Mallorca, Menorca y Canarias occidental, así como en algunas zonas entre Cuenca y Toledo, y de la provincia de Cádiz. En extensas áreas de Cataluña, Zaragoza, Castellón, Mallorca y Canarias, y en una zona entre Alicante y Murcia, y otra al oeste de Navarra, llovió el doble de lo habitual.

Por el contrario, en gran parte del cuadrante suroeste peninsular; el suroeste de Castilla y León; las provincias de Albacete, Granada y Almería, y en la isla de Fuerteventura no se alcanzó ni el 25% de los valores normales, y tampoco se llegó al 75% de lo habitual en gran parte de Galicia, oeste de Castilla y León, sur de Aragón y este de Castilla-La Mancha.

En cuanto a efemérides, el observatorio de Tenerife Sur registró cuatro litros por metro cuadrado el 5 de julio, lo que supone un nuevo récord diario de junio en ese lugar, que comenzó a tomar datos en 1981. A ello se le añade una precipitación mensual de 13 litros por metro cuadrado en el aeropuerto de La Palma y de seis en Tenerife Sur, que resultaron ser también las mayores precipitaciones en un mes de junio de esas correspondientes series históricas.