Así lo expresó el responsable de la OMS después de conocerse que Bolsonaro ha dado positivo por Covid-19 y en el marco de una rueda de prensa en la que deseó al mandatario brasileño que se recupere “bien y rápido" y que sus síntomas "sean leves" con el fin de que pueda estar "de vuelta en su cargo lo antes posible para apoyar a su país”.

El director general de la OMS insistió en que el virus es “muy peligroso” y puede considerarse como el “enemigo público número uno” porque presenta una “combinación muy peligrosa y se mueve muy rápido”.

“Es por ello que estamos preocupados y estamos intentando advertir al mundo de manera continua y constantemente”, señaló, al tiempo que incidió en que todos “somos vulnerables” frente a este “enemigo de la humanidad" y en que la comunidad internacional "tiene que resistir al unísono para luchar y para derrotarlo”.

A su juicio, la “unidad nacional y solidaridad global” son “lo más importante” en el actual contexto de pandemia y se mostró convencido de que, sin ellas, “no podremos derrotar a este virus”. “Las divisiones, al final, serán una ventaja para el virus”, advirtió, consciente de que no solo Brasil, sino toda Latinoamérica “está en peligro” porque los casos y el número de fallecidos siguen aumentando en la región, al igual que en Centroamérica y Norteamérica, exceptuando Canadá que, según su criterio, “lo está haciendo algo mejor”.

El responsable de este organismo de la ONU admitió que la situación mundial continúa “preocupando” dado que, a pesar de que se está llegando a un “allanamiento” de la curva de contagios como consecuencia de que algunos países están “progresando”, sigue habiendo “otros muchos” que están registrando “más casos”.

“Es importante entender la seriedad de este virus y tomárnoslo muy en serio”, aseveró, al tiempo que hizo hincapié en que ningún país “es inmune ni está a salvo, así como tampoco ningún individuo”, en referencia a Bolsonaro.

En la misma línea, el director ejecutivo del Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS, Michael Ryan, también le deseó una “pronta recuperación” y subrayó que otros líderes mundiales han tenido experiencias similares y están “viviendo la realidad de este virus”.

“Nadie es especial en este sentido, porque todos somos víctimas potenciales y somos todos igual de vulnerables frente a esta enfermedad así que le deseamos al señor Bolsonaro y a toda su familia todo lo mejor”, apostilló, para reconocer que Brasil se está enfrentando a una “tarea ardua” y atraviesa unos “momentos difíciles”.

Tras señalar que “parece” que el número de casos en el país “se está estabilizando” en los últimos días, puntualizó que los hospitales brasileños continúan bajo “bastante presión”, por lo que agradeció el “compromiso y trabajo” del personal sanitario dado que, en muchas zonas, la situación “sigue siendo crítica”.

A este respecto, dijo esperar que Brasil pueda continuar proporcionando una respuesta tanto a nivel federal como local y aplicando de forma “sostenible y duradera” las estrategias que está llevando a cabo a nivel sanitario y de comunidad para contener la pandemia porque, de este modo, podrá seguir “progresando adecuadamente”.