Esta cifra es la más baja desde el pasado mes de marzo, cuando la nómina fue de 1.789,3 millones. Desde entonces, aumentó por el impacto de la crisis del coronavirus, siendo de 4.939 millones en abril y de 5.507,7 millones en mayo, cuando se alcanzó el máximo en la crisis.

De los 4.115,2 millones de gasto en junio, 3.300,6 millones correspondieron al pago de salario neto y 814,6 millones a cotizaciones sociales y retenciones en concepto de Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

Un total de 5.129.620 personas recibieron una prestación del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) el pasado mes de junio, por debajo de la cifra de beneficiarios de mayo de 5.986.864. Trabajo señaló que se prevé que siga descendiendo en los próximos meses, a medida que se incorporen a la actividad los afectados por los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).

En este sentido, el Ministerio indicó que el número de trabajadores en ERTE que recibieron prestación en junio descendió en 546.545 respecto a mayo, hasta totalizar 2.840.735 afectados, y “se espera que la tendencia a la baja se mantenga a lo largo del tiempo por la progresiva incorporación a la actividad de los trabajadores en ERTE”.

La nómina de las prestaciones por ERTE supuso 2.055,3 millones, la cantidad más baja desde el inicio de la crisis sanitaria y 1.262,4 millones de euros menos (-38%) que en el mes de mayo.

De este importe, 1.886,4 millones de euros fueron ingresos netos para los afectados y 168,9 millones de euros correspondieron al abono de las cuotas sociales. Desde abril, el gasto en prestaciones por ERTE suma 8.091,7 millones.

Por su parte, las prestaciones no correspondientes a ERTE alcanzaron un importe de 2.059,9 millones. Las nóminas de los trabajadores suponen un total de 1.414,2 millones, y 645,7 millones son en concepto de cotizaciones a la Seguridad Social. El gasto de los desempleados supone la mitad del total en el mes de junio, y la otra mitad corresponde a los afectados por ERTE.