El primer día de la ola de calor, las temperaturas alcanzaron los 41,5ºC en zonas del norte de la Península como Pamplona o Bilbao. También, en estaciones meteorológicas como la del aeropuerto de San Sebastián -referencia para los registros climatológicos- se alcanzó el récord absoluto con 42,2ºC, la temperatura más alta desde el año 1955. Se dieron además récords de temperatura mínima más alta durante el mes de julio en Palma de Mallorca, donde se mantuvieron los 27,5ºC.

El viernes bajan las temperaturas en el área cantábrica, aunque suben en la mayor parte de la Península y Baleares, especialmente en zonas bañadas por el mediterráneo. Se superarán los 40ºC en la cuenca del Ebro, interior de Mallorca, puntos de la Comunidad Valenciana y Murcia y en los valles del Tajo, Guadiana y Guadalquivir.

A partir del sábado se inicia un descenso de temperaturas que tendrá continuidad en los próximos días y sobre todo en el tercio norte, aunque hay que destacar en el área de Levante todavía aumentarán ligeramente las temperaturas. En la cuenca del Ebro, en las regiones del Levante, en Baleares, así como en el centro y sur peninsular las temperaturas rondarán los 38ºC-40ºC e incluso superarán los 40ºC en puntos del valle del Guadalquivir, en el extremo sur de Andalucía, en el interior de Valencia y Murcia.

El domingo, el descenso se notará sobre todo en el nordeste, área mediterránea peninsular y Baleares y ya el lunes la bajada se apreciará en buena parte del país salvo en el Cantábrico, donde subirán un poco los termómetros.

La próxima semana comenzará con descensos de las temperaturas, de manera que en la mitad norte y en Baleares serán muy pocas las zonas en las que se superen los 32ºC. Seguirán por encima de los 35ºC en el centro y sur peninsular. A partir del martes se podría iniciar un nuevo y progresivo ascenso de las temperaturas que daría lugar a un nuevo episodio muy cálido, que se confirmará en los próximos días.