Así se pronunció Sánchez, en declaraciones a los periodistas tras su tradicional despacho de verano con el Rey en el Palacio de Marivent, en Mallorca, en las que explicó que abordó con el Monarca la emergencia sanitaria provocada por la pandemia a nivel mundial, en general, y en España en particular.

También hablaron de los estragos económicos y sociales causados por el coronavirus, especialmente en sectores críticos para Baleares y Canarias, como el turismo; y las cuestiones que copan la agenda internacional, como la conferencia de donantes para Líbano tras la explosión que sacudió su capital, Beirut, la semana pasada.

Sin embargo, evitó confesar a la prensa si los dos habían hablado de la situación actual del rey Juan Carlos, que se encuentra fuera de España tras el anuncio de la semana pasada de que decidía salir del país por el escándalo sobre su vida privada.

El jefe del Ejecutivo adujo en estas circunstancias que “cuanto más extraordinariamente compleja” es la situación provocada por la pandemia del coronavirus “más necesario es el normal funcionamiento de las instituciones”.

Esto le sirvió para comentar que los ciudadanos esperan de sus representantes públicos que les ofrezcan un “horizonte de confianza” y que les garanticen la “necesaria estabilidad institucional” ante los desafíos que plantea la “emergencia sanitaria, social y económica”.

En ese contexto situó el despacho ordinario con Felipe VI celebrado “en un momento extraordinariamente complejo con motivo de la pandemia” y que tiene lugar una semana después del comunicado de la Casa Real anunciando la salida de España del rey Juan Carlos I por las informaciones sobre sus escándalos personales.