Estudio

El éxito de coronar el Everest se duplica y la mortalidad se estanca en tres décadas

MADRID
SERVIMEDIA

La tasa de éxito de coronar el monte Everest, que es la montaña más alta del mundo con 8.840 metros sobre el nivel del mar, se ha duplicado en las tres últimas décadas mientras la de mortalidad se ha mantenido en alrededor de un 1% desde 1990.

Así se recoge en un estudio dirigido por investigadores de las universidades de Washington y de California en Davis (EEUU), y publicado en la revista 'PLOS ONE'. El trabajo también identifica patrones en las características de los montañistas, como edad, sexo y experiencia previa, que podrían influir en su probabilidad de llegar a la cima o de morir durante la temporada primaveral de escalada.

El Everest atrae a más de 500 escaladores cada primavera que intentan coronar la cumbre más elevada del planeta debido a las mejores condiciones para su escalada

"El monte Everest sigue siendo una montaña muy peligrosa y escalarlo nunca se convertirá en un paseo por el parque porque está muy por encima de los límites de lo que la mayoría de la gente puede hacer", apunta Raymond Huey, profesor emérito de biología de la Universidad de Washington.

Huey subraya que, "desafortunadamente, las estadísticas de riesgo reportadas en el Everest a menudo son inexactas". "Al analizar los datos de escalada, proporcionamos información precisa sobre las posibilidades de éxito y de muerte, lo que ayuda a los escaladores a tomar una decisión informada sobre si intentar este gran pico", añade. Estos patrones también pueden ayudar a Nepal y China a decidir si imponen restricciones a los escaladores, como la edad máxima o el nivel de experiencia.

Huey y sus colegas analizaron las tasas de éxito y mortalidad de todos los escaladores por primera vez que tenían permiso para llegar a la cima del Everest durante el periodo comprendido entre 2006 y 2019. Anteriormente, aplicaron los mismos métodos estadísticos a los escaladores entre 1990 a 2005. En consecuencia, pudieron comparar las tasas de éxito y muerte entre esas dos épocas.

Durante 1990 a 2005, más de 2.200 escaladores intentaron llegar a la cima del Everest por primera vez. Entre 2006 y 2019, ese número aumentó a más de 3.600 montañistas. Los investigadores se centraron en escaladores con permisos pagados y excluyeron a los que desempeñaron tareas adicionales, como porteadores de gran altitud, fotógrafos y personal de apoyo, o quienes intentaron alcanzar la cima en otras temporadas o que intentaban hacer cumbre al menos por segunda vez.

También excluyeron un puñado de años de los análisis cuando eventos extremos como avalanchas de caída de hielo o terremotos llevaron a cancelaciones de la temporada de escalada.

MÁS MUJERES LO INTENTAN

Las comparaciones entre los dos periodos muestran que las tasas de éxito de las cumbres desde el primero al segundo periodo se han duplicado esencialmente (dos alcanzan ahora la cima, cuando antes era un tercio). La tasa de mortalidad general apenas ha variado y se sitúa en un 1%. Un escalador de 60 años entre 2006 y 2019 tiene la misma tasa de éxito (alrededor de un 40%) que uno de 40 años entre 1990 y 2005, y la misma tasa de mortalidad (un 2%) que uno de 48,5 años entre 1990 y 2005.

En los últimos años han intentado escalar más mujeres (14,6%) que en el primer periodo analizado (9,1%). Mujeres y hombres tienen probabilidades muy similares de éxito o muerte en ambas épocas temporales.

Los investigadores indican que la duplicación de la tasa de éxito en la cumbre del Everest probablemente se deba a varios factores. Así, el pronóstico del tiempo ha mejorado tras la tormenta de nieve 'Into Thin Air' de 1996, lo que ofrece a los escaladores más información sobre el mejor momento para avanzar hacia la cumbre. Algunos escaladores usan elevadas velocidades de flujo de oxígeno suplementario y lo hacen más abajo en la montaña. Las rutas más populares tienen líneas fijas, lo que significa que los montañeros pueden engancharse a las cuerdas atadas a la montaña para su ascenso y descenso, de manera que tienen más seguridad en caso de caída.

La mayor experiencia de los líderes de expediciones y porteadores de gran altitud también puede haber ayudado a aumentar las tasas de éxito. Curiosamente, si bien más escaladores están llegando a la cima en los últimos años, los de hoy en día tienen menos experiencia en escalar picos altos en Nepal que los que intentaron el Everest en la década de 1990 y principios de la de 2000.

Finalmente, los investigadores observaron los efectos del hacinamiento cerca de la cima durante las últimas dos temporadas de escalada (los permisos no se emitieron en la primavera de 2020 debido al Covid-19).

(SERVIMEDIA)
30 Ago 2020
MGR/nbc