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El Círculo de Empresarios pide una ley del teletrabajo con margen para negociar porque “cada empresa es un mundo”

AVISO: Los clientes de Servimedia disponen de imágenes y sonido de estas declaraciones en el enlace: http://servimedia.tv/ZuluetaTeletrabajoPresupuestos

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente del Círculo de Empresarios, John de Zulueta, reclama una regulación del teletrabajo que deje margen para que “la empresa negocie con sus trabajadores”, ante la tentación de fijar normas de máximos desaconsejables para el óptimo desarrollo de algunas actividades o negocios, puesto que “cada empresa es un mundo”.

“En el Círculo de defendemos la idea de que es mejor para la empresa negociar con sus trabajadores que el Gobierno imponga algo para todas las empresas porque hay mundos diferentes”, inquiere en una entrevista con Servimedia, donde señala que nada tienen que ver las necesidades y posibilidades de la actividad en una firma de ingenieros con una cadena de distribución o una empresa de consultoría.

“Yo creo que la regulación es buena, pero no olvidemos nunca de que un exceso de regulación no es necesariamente una regulación buena”, alertó, aunque apoya fijar reglas bases convencido de que el confinamiento ha acelerado un proceso que hubiese tardado “diez años” en producirse y es el futuro. “Viene para quedarse y viene combinado con presencial”, augura.

España venía de “nivel muy bajo de teletrabajo”, al encontrarse alrededor del 4% cuando otros países de Europa “estaban mucho más altos”, y con el confinamiento “llegó al 33%”. Con la reanudación de la actividad normal en muchos centros de trabajo con el mes de septiembre, señaló que “vamos a ver dónde queda. No será ni el 4 ni el 33%, pero a lo mejor es un 20 o un 25, que yo creo que es muy positivo porque todos los estudios que veo demuestran que es más productivo, hay más productividad de trabajo que con presencia física”, valoró.

Por el lado de los empleados subrayó que también hay beneficios en materia de conciliación: “Puede escoger sus horas, su horario con una flexibilidad total”.

Sin embargo, cree que se “necesita buscar un equilibrio entre el presencial y el teletrabajo” porque comporta también aspectos negativos como el hecho de estar “un poco aislado de los trabajadores. Y la innovación, que dicen que normalmente viene con un grupo de 4 personas en una sala discutiendo cosas, se pierde con la idea del teletrabajo”, alerta, reconociendo que también “hay un estrés al estar delante de una pantalla horas y horas”.

Uno de los puntos de debate sobre la mesa es la demanda de los sindicatos de que la elección del teletrabajo por parte de los empleados no implique discriminación salarial o penalice de cara a promociones internas, algo que Zulueta coincide en que “hay que proteger”.

El Círculo de Empresarios está, sin embargo, en desacuerdo sobre las reticencias a que la empresa pueda controlar al trabajador que no ve. “Si hace meses estábamos hablando de fichar, ahora eso es un absurdo. Ahora de lo que estamos hablando es cómo controla la empresa al trabajador porque hay métodos que permiten que la empresa puede verte si estás trabajando o si no estás en tu ordenador”, detalla.

“Esa es la parte más delicada, donde hay que preservar la privacidad del trabajador. Es muy importante, pero al mismo tiempo hay que darle a la empresa el derecho de ver si el trabajador está trabajando”, defiende.

El último borrador sobre el que negocian el Ministerio de Trabajo, la patronal y los sindicatos del anteproyecto de ley que regulará el trabajo a distancia establece que, para considerar que se da el teletrabajo, deberá afectar a, al menos, el 30% de la jornada laboral frente al 20% que se planteó en un inicio.

Zulueta ve “más lógico” el umbral del 30% que el 20% inicial, que hubiese implicado aplicar las futuras reglas del teletrabajo con solo que se trabaje un día a la semana a distancia durante un periodo de tres meses consecutivo, por los costes que eso puede llegar a entrañar.

El presidente del Círculo de Empresarios receta “sentido común, o sea: negociación entre el trabajador, el empresario” a la hora de fijar precisamente cómo repartir los costes. A su juicio, “las empresas, claramente, pueden o deberían dar el sistema portátil. Como todos tienen cámara y el micro, ahora ya tienes todo lo que se necesita para trabajar”.

Lo que ve excesivo es repercutir íntegros los gastos de los servicios asociados a las compañías: “Hacer cálculos del uso de luz y todo eso me parece un poco absurdo, porque también, por otra parte, el trabajador no está gastando gasolina o en transporte público para ir al trabajo, entonces hay un ahorro por otra parte”.

“No olvidemos que el trabajador tiene ventajas con el teletrabajo también. Entonces yo creo que el sentido común es negociar con la empresa en esos pequeños detalles de gasto de luz y todo eso que además es mínimo. Ahora, que el portátil sea un gasto de la empresa, me parece lógico. Tú no tienes porqué usar tu máquina para hacer teletrabajo”, concluyó.

(SERVIMEDIA)
05 Sep 2020
ECR/gja