Lo dijo en una interpelación en la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados planteada por el diputado de Ciudadanos Miguel Gutiérrez, quien le inquirió sobre los militares de Tropa y Marinería que hayan cumplido o vayan a cumplir los 45 años durante la pandemia.

Robles comenzó su alocución haciendo una cerrada defensa de los militares, “sea cual sea su empleo o edad”, por “la vocación de servicio que les caracteriza” en el desempeño de las misiones que tienen encomendadas.

La ministra explicó que la Ley de Tropa y Marinería sirvió para profesionalizar a las Fuerzas Armadas, a las que situó al nivel de los ejércitos de los países socios y aliados de España. Tras esa declaración de principios, detalló que quien entró en el servicio militar acogiéndose a ella “sabía por ley que el compromiso concluía a los 45 años”.

A pesar de ello, dejó abierta la puerta a “mejorar” ese texto normativo, a pesar de que ha servido para proporcionar “respuesta” a las necesidades de las Fuerzas Armadas desde su entrada en vigor.

Robles expuso que esta ley establece que, cuando los militares alcanzan los 45 años y no desean prolongar su vínculo con las Fuerzas Armadas, puede acogerse a la condición de Reservista de Especial Disponibilidad, figura bajo la cual se encuentran actualmente 2.693 personas, que cobran 658,43 euros mensuales compatibles con cualquier remuneración en el sector privado y con cualquier ayuda familiar que reciban.

A su vez, afirmó que el Ministerio de Defensa ayuda a estos efectivos en la búsqueda de empleo y en su formación, como lo demuestra la existencia del Sistema de Aprovechamiento de Capacidades Profesionales del Personal Militar (Sapromil), que se concibió como una herramienta de apoyo en la que los militares que decidan desvincularse de las Fuerzas Armadas encuentren opciones de formación, ofertas de trabajo y asesoramiento para acceder al ámbito laboral civil.

Esto le sirvió para recordar que empresas públicas como Renfe o Adif, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, las comunidades autónomas y los ayuntamientos reservan plazas en sus ofertas públicas de empleo para este tipo de personal, al tiempo que compañías privadas se interesan por contar con sus servicios.

En cuanto a la formación, rememoró el Programa Consigue+ para que los militares obtengan un grado medio de Formación Profesional o los convenios suscritos con distintas universidades y centros educativos para incentivar su preparación académica.

“Para Defensa y el conjunto de las fuerzas políticas democráticas, los militares son una prioridad, con independencia de empleo y edad”, adujo Robles, por lo que invitó a afrontar esta cuestión como un “tema de Estado” ante el cual hay que sacudirse la “tentación fácil de hacernos una foto”.

Por su parte, Miguel Gutiérrez conminó a la ministra a proporcionar una respuesta a quienes “han entregado lo mejor de su vida, incluso su sangre” en el servicio de la defensa de España, puesto que en 2037 un total de 53.000 de ellos “habrán sido expulsados y condenados a engrosar las listas del paro”.

“El Ministerio de Defensa es una máquina de fabricar parados. ¿No cree usted que esto es un ERE encubierto?”, se preguntó retóricamente.

El diputado de Ciudadanos proclamó que esta situación es una “ruina” tanto para las familias que lo sufren como para las arcas del Estado, que hasta 2035, habrán destinado 9.000 millones de euros “en concepto de asignaciones mensuales” a cubrir las necesidades de quienes abandonan el servicio activo a los 45 años.

A continuación, Gutiérrez recurrió al manido argumento de su formación de equiparar al PSOE y al PP para acusarles de ser los responsables de todos los males que aquejan a España. Lo hizo afeándoles que aprobaran la Ley de Tropa y Marinería sin preocuparse posteriormente de garantizar una formación académica a estos efectivos.

También extendió sus reproches a Podemos, socio de coalición en el Gobierno, por haberse olvidado de activar la proposición no de ley que impulsó en la Comisión de Defensa en 2018 que establecía “la suspensión de la pérdida de la condición militar de Tropa y Marinería” hasta la puesta en marcha de las conclusiones de la subcomisión que abordará este asunto.

Por último, recomendó a la ministra que impulse la aprobación de un real decreto que incluya una disposición transitoria para la Ley de Tropa y Marinería que “cancele” la salida de las Fuerzas Armadas de quienes cumplen 45 años hasta que los programas creados para su formación y su posterior inserción en la vida civil “funcionen”.