Pérez señaló que ha comprobado cómo acudían familias a localidades rurales buscando viviendas y también familias que tenían su segunda vivienda en esos pueblos que “se empadronaban para convertirla en primera vivienda”.

“Hemos visto cómo mucha gente ha cambiado su forma de ver la vida”, manifestó el consejero, quien afirmó que “hay un antes y un después del Covid en la forma de ver la vida de los madrileños”. “He podido testar esto en los madrileños respecto a la vivienda y a la forma de vida que quieren para sus familias”, aseguró.

Explicó que ha podido contrastar esta información con las inmobiliarias, con los alcaldes y con los vecinos que "me cuentan que han decidido buscar espacios abiertos para estar más cerca del medio ambiente”. Por ello, opinó que la pandemia “ha producido un cambio en la mentalidad y en la cultura de los madrileños respecto a la vivienda y a la forma de vida que quieren”.

“Lo que se vivió en el estado de alarma ha sido muy duro para muchas familias que lo han pasado en un piso pequeño en la capital”, añadió David Pérez, que relató que “mucha gente se ha dado cuenta de que por el mismo precio que le cuesta una vivienda pequeña en un barrio de Madrid puede comprarse una casa más amplia y con espacios abiertos en cualquiera de estos municipios” rurales.