CONSUMO

Europa estudia un nuevo umbral para la ingesta segura de sustancias químicas perfluoroalquiladas

- La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) determina una ingesta semanal tolerable de 4,4 nanogramos por kilogramo de peso corporal

Madrid
SERVIMEDIA

El Panel de Contaminantes de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha establecido en 4,4 nanogramos por kilogramo de peso corporal el nuevo umbral de seguridad para la ingesta semanal tolerable de las principales sustancias químicas perfluoroalquiladas o PFAS que se acumulan en el organismo y que están presentes en aplicaciones industriales, el agua potable y alimentos como el huevo y el pescado.

Así lo ha determinado la agencia a través de un dictamen científico sobre los riesgos para la salud humana y animal derivados de la presencia en los alimentos de este grupo de sustancias químicas y en el que especifica que dicha ingesta semanal tolerable -máxima cantidad de un contaminante que puede ingerir de forma segura una persona semanalmente durante toda su vida- es aplicable a la suma de los cuatro PFAS con mayor vida media en el organismo, esto es el ácido perfluorooctánoico (PFOA), el sulfato de perfluorooctano (PFOS), el ácido perfluorononanoico (PFNA) y el ácido sulfónico perfluorohexano (PFHxS).

La evaluación de la EFSA se ha centrado en examinar, en concreto, este grupo de sustancias que se fabrican y se usan en industrias textiles, de productos domésticos, lucha contra incendios, procesado de alimentos, construcción o electrónica y que, según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), presentan una elevada “estabilidad química y térmica”.

Gracias a ello, tienen una amplia aplicación en el desarrollo de revestimientos antimanchas de tejidos y moquetas, pinturas y barnices, muebles, zapatos, revestimiento de productos de papel aptos para el contacto con alimentos, espumas extintoras, abrillantadores de suelos o insecticidas.

La EFSA incluye en su dictamen la valoración de las aportaciones de organizaciones científicas, ciudadanos y autoridades competentes en una consulta organizada de febrero a abril y precisa que la exposición a estos químicos puede acarrear efectos “adversos” para la salud incluso a través de la ingesta alimentaria, ya que suelen encontrarse en agua potable, pescados, frutas, huevos y productos derivados del huevo.

Asimismo, hace hincapié en que los alimentos pueden contaminarse a través de suelo y agua utilizados para cultivarlos, por la concentración de estas sustancias en los animales a través de piensos y agua, mediante los envases alimentarios que contengan PFAS o los equipos de procesamiento que contengan PFAS.

EFECTOS "CRÍTICOS"

Los expertos de la EFSA estiman que el efecto “más crítico” para la salud humana a la hora de determinar la ingesta semanal tolerable sería la disminución de la respuesta del sistema inmunitario a la vacunación. Esta postura difiere de la expresada en su dictamen de 2018, en el que señalaban al aumento del colesterol como el “principal efecto crítico” para valorar dicha ingesta segura y refuerza su teoría de que los niños son el grupo de población más expuesto y de que la exposición durante el embarazo y la lactancia es el principal factor que contribuye a alcanzar los niveles de PFAS en el caso de los bebés.

Tras esta publicación científica, la Comisión Europea y los estados miembro de la UE iniciarán una investigación sobre la posible instauración de medidas de gestión con el fin de disminuir la exposición a las PFAS.

Según la Aesan, dichos trabajos podrían concluir con el establecimiento de nuevos límites máximos de exposición a este tipo de contaminantes en los alimentos, que en la actualidad están recogidos en el Reglamento 1881/2006, de 19 de diciembre de 2006, de la Comisión, por el que se fija el contenido máximo de determinados contaminantes en los productos alimenticios que pueden implicar riesgos para la salud pública.

(SERVIMEDIA)
20 Sep 2020
MJR/pai