A esta campaña se sumaron numerosos ayuntamientos, que, por medio de sus policías, establecieron controles en vías de sus municipios.

Tráfico retomó el año pasado esta campaña después de que lo hiciera por última vez en 2013. Entre 2014 y 2018 hubo acciones divulgativas y de información, pero no con sanción, según indicaron a Servimedia fuentes de la DGT.

No en vano, las distracciones se han convertido desde 2016 en la causa principal de los accidentes mortales en carretera (por delante del alcohol o del exceso de velocidad), especialmente por el uso del teléfono móvil al volante.

Durante la campaña de la semana pasada, agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil controlaron 355.763 vehículos que circulaban por las carreteras españolas y denunciaron a 5.712 conductores por hacer acciones que suponían una distracción durante la conducción.

Del total de denuncias formuladas, algo más de la mitad (2.873) fueron por utilizar manualmente el teléfono móvil mientras conducían.

OTRAS INFRACCIONES

Además, 392 conductores fueron denunciados por usar cascos o auriculares conectados a aparatos reproductores de sonido distintos del teléfono móvil y otros 65 por utilizar o manipular navegadores, pantallas de acceso a internet, reproductores de vídeo o DVD durante la conducción.

Los agentes denunciaron a 484 conductores de vehículos poniéndose el cinturón mientras circulaban y cuando se daban cuenta de que estaban siendo vigilados desde el aire por algún helicóptero de la DGT.

Además de estas acciones concretas conducción desatendida, los agentes formularon 1.395 denuncias por otras infracciones que provocaban distracción en la conducción, como leer, fumar, maquillarse, buscar objetos o tener una 'oficina móvil' en el vehículo.

Un total de 546 conductores denunciados por distracción al volante también lo fueron por conducir con tasas de alcohol superiores a la permitida o dar positivo a otras drogas.