“No existen unos derechos especiales por razón de edad, es suficiente con respetar los que constan en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 y en la Constitución Española, que son los mismos que para el resto de las personas”, aseguró la organización de mayores en un comunicado.

Sin embargo, añadió que “en el caso de las personas mayores, se violan con más facilidad” y apunta a las administraciones por haber “violado” múltiples derechos.

“Se ha violado el derecho a la vida porque muchas de las muertes se podrían haber evitado, pero esas personas no recibieron la asistencia posible; se ha violado el derecho a utilizar los servicios de salud cuando muchos hospitales han limitado el acceso a las personas mayores, sobre todo las provenientes de residencias”, y “se ha violado el derecho a la igualdad porque al considerar sólo el criterio de la edad, se les ha discriminado frente al resto de ciudadanos”.

A juicio de Ceoma, también “se ha violado el derecho a la libertad, porque en algunas residencias se han utilizado medidas de aislamiento excesivas, escasamente basadas en evidencias sobre riesgos de contagio” y “se ha ignorado el valor de la dignidad de la persona porque muchas de las que han muerto lo han hecho separadas de sus seres queridos, en condiciones inhumanas y degradantes”.

En este sentido, la entidad recordó que en España han fallecido casi 20.000 personas mayores según datos oficiales, aunque “realmente son muchísimas más”. Asimismo, afeó que “muchas de ellas han muerto porque la mirada se ha puesto en la gestión organizativa de los recursos y se ha olvidado a las personas”.

Ceoma insta en su manifiesto a revisar la política de conciertos con las residencias de mayores y sostiene que, “si tienen que poner límite a determinadas empresas, está en su mano hacerlo, pero si queremos calidad, los conciertos también deben ser mejorados”.

A las residencias les pide que “no recurran a medidas restrictivas severas como aplicar sujeciones o como recurrir a fármacos psicotrópicos sedantes” en caso de que haya que restringir la movilidad y se vuelva a un confinamiento.

Asimismo, rechaza la medicalización de residencias porque “ni son ni deben ser pequeños hospitales, son lugares donde se atiende a personas frágiles que no pueden ser atendidas en el entorno familiar”, por lo que “medicalizarlas sería un paso atrás en la atención digna”, aunque “sí urge una coordinación entre los centros de salud y las residencias”.

Otra de las cuestiones que pone de relieve Ceoma es la precariedad de los cuidadores profesionales. “La razón fundamental de esta precariedad se basa en el ahorro de las administraciones con las políticas de conciertos. Para mejorar la asistencia, deben mejorar los convenios”, sostiene el manifiesto.

Por último, la entidad apunta a la responsabilidad de las autoridades señalando que “las decenas de miles de personas mayores que han fallecido prematuramente debido a cómo se ha gestionado la pandemia no es una realidad virtual” y “detrás de las decisiones políticas y técnicas que han tenido estos resultados, hay personas que deben asumir la responsabilidad de consecuencias tan nefastas”.