Así se desprende del estudio Global Happiness 2020 de la compañía de investigación de mercados y de opinión Ipsos, que analiza los datos de una encuesta realizada entre el 24 de julio y el 7 de agosto de 2020 entre 19.516 adultos de 16 a 74 años de edad de 27 países a través de la plataforma de encuestas online Ipsos Global Advisor.

En el contexto mundial, a pesar de la pandemia, el índice de felicidad se ha mantenido casi inalterable con respecto al pasado ejercicio, con un 63% frente al 64% en 2019 y en países como China, Rusia, Malasia y Argentina incluso ha aumentado en cinco puntos o más el porcentaje de personas que se declaran felices.

Por el contrario, la percepción de felicidad ha disminuido en cinco puntos o más en 12 países, entre los que destacan Perú, (-26 puntos), seguido de Chile (-15 puntos), México (-13 puntos) e India (-11 puntos).

En concreto, seis de cada 10 consultados se definen como “muy” o “bastante” felices y China y los Países Bajos son los que más -93% y 87%, respectivamente-, seguidos de Arabia Saudí -80%-, Francia y Canadá -ambos con un 78%-.

En el extremo opuesto, Perú es el país más “infeliz” del mundo, ya que tan sólo el 32% de su población afirma ser feliz. Le siguen Chile con un 35%, España, con un 38%, Argentina, con un 43% y Hungría, con un 45%.

En el caso de España, además de ser el tercer país a nivel mundial más infeliz, también es el país con mayor porcentaje de personas que declaran no ser felices en absoluto -13%-, seguido de Argentina y Chile -12% cada uno-.

La salud y el bienestar físico y mental es la principal fuente de felicidad para el 55% de los encuestados, seguidos de la relación con su cónyuge o pareja y los hijos, ambas con un 49%. Sentir que su vida tiene un sentido es la cuarta fuente de felicidad para el 48% y, por último, las condiciones de vida lo son para el 45% .

Por lo que respecta a España, para el 61% de los encuestados la principal fuente de felicidad también sería la salud física y mental, seguida de la relación con la pareja (53%), el sentir que su vida tiene sentido (51%), los hijos (49%) y, por último, las condiciones de vida (47%).