Por ello, reclamó a la ministra “asegurar cuanto antes los fondos precisos para satisfacer” las necesidades nutricionales básicas de la población. “Con seis de cada 10 libaneses sin poder alimentarse lo suficiente, pedimos que la nutrición sea uno de los pilares de la reconstrucción”, declaró Navarro.

“La población de Líbano está atravesando múltiples y difíciles crisis al mismo tiempo (socioeconómica, política, sanitaria, humanitaria) y su nivel de pobreza ha aumentado hasta alcanzar a la mitad de los habitantes", indicó. “Como resultado, no pueden permitirse comprar alimentos básicos y nutritivos”, apuntó Navarro.

Según sus estimaciones, “el 46% de los hogares asegura haber reducido el consumo de los miembros adultos en favor de los niños, el más grave de los mecanismos de supervivencia basados en el consumo”.

También aseguró que más del 60% de los libaneses tienen dificultades para comer lo suficiente, situación que afecta a casi el 80% de los refugiados sirios. Dentro de estos últimos, “el 11% pasan regularmente un día y una noche sin comer” y subrayó que el 19% de los hogares libaneses consumen dietas inadecuadas.

Navarro explicó que “esta falta de acceso a alimentos nutritivos aumenta el riesgo de malnutrición y de las enfermedades y la mortalidad asociadas, especialmente en el caso de los niños”. “Algunas formas de malnutrición tienen efectos irreversibles”, por lo que exigió “fondos suficientes” para garantizar el acceso a la alimentación en el país.

Además, pidió a la ministra revisar “las políticas nacionales, la asistencia humanitaria y los marcos de reconstrucción para crear la capacidad de prevenir la malnutrición y detectar y gestionar los casos que se produzcan”.