Así lo dijo durante su intervención en el congreso de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), en el que, preguntado por las razones por las que la crisis económica ocasionada por la pandemia de Covid-19 está siendo mayor en España que en el resto de países de su entorno, indicó que se trata de un “aspecto muy idiosincráticos” como el gran peso del turismo, la baja productividad, la economía sumergida y un mercado laboral muy dual.

Sin embargo, afirmó que “la buena noticia es que tenemos en estos momentos una situación que no hemos tenido nunca en nuestra historia, que es la capacidad de transformar las debilidades de nuestra economía, la capacidad de tener unos fondos que nunca los he visto, viniendo de Europa”.

“Sería una irresponsabilidad no utilizarlos en proyectos que creen riqueza”, resaltó, para añadir que “nos estamos jugando el futuro de las próximas generaciones”.

A este respecto, Goirigolzarri indicó que “las grandes autopistas en las que invertir” los fondos europeos “son bastante claras”, refiriéndose a la digitalización y la transición ecológica, pero rechazó “el dirigismo de las administraciones” y puso en valor el papel “protagonista” que, en su opinión, debe jugar “el mundo empresarial”. “Las autoridades tienen que poner un marco de seguridad jurídica y fiscal o laboral en el que se impulse la promoción de los valores empresariales y con una regulación básica”, afirmó.

Por otro lado, preguntado sobre la dicotomía entre salud o economía surgida a raíz de la pandemia, el presidente de Bankia consideró que “no es un planteamiento binario”, ya que “nos tenemos que adaptar a vivir en esta situación y optimizar la gestión”, y destacó el “tremendo éxito” de la gestión de la crisis sanitaria en países como China, Corea del Sur o Singapur.

Asimismo, advirtió que “hablar tanto de la vacuna es malo” y “un error extraordinario” porque “creamos expectativas que luego se ven frustradas y hace que no nos focalicemos en lo que nos tenemos que focalizar” y porque “nos hace fatalistas”.

Además, abogó por centrar el debate político en “las prioridades correctas” y “concentrar la agenda política que de verdad le preocupan a los ciudadanos: la crisis sanitaria y económica, salvar vidas y crear el ambiente para crear puestos de trabajo”.

En este sentido, destacó la necesidad de contar, en primer lugar, “con un Presupuesto con el máximo nivel de consenso y concentrado en la creación de riqueza”; en segundo lugar, canalizar la inversión europea, y en tercer lugar, “un proyecto profundo de cambio de la formación y la educación, no sólo de los jóvenes”, sino de toda la población, y que mejore también las políticas activas de empleo, con el objetivo de resolver el problema de la dualidad laboral.