Así lo indicó durante su intervención en la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno donde constató que los botellones durante los últimos años han pasado de grandes y masivos a pequeños botellones repartidos por toda la ciudad, lo que “hace más complicado su control y el tomar medidas para evitarlos”

La portavoz municipal constató que el Consistorio madrileño está tratando de combatir de manera expresa este fenómeno, porque “no cumple con las medidas sanitarias, ni de seguridad y es el foco de numerosos contagios”.

En este sentido, Sanz comentó que durante las últimas dos semanas de estado de alarma en la capital, la Policía Municipal ha intervenido en 250 fiestas en domicilios privados y 2.748 personas han sido sancionadas por beber en vía pública.

AYUDA DE LA DELEGACIÓN

Por ello, la delegada remarcó que la Policía Municipal seguirá trabajando para evitar que se sigan produciendo estos botellones y concentraciones de jóvenes en casas particulares, para lo que demandó la colaboración de la Delegación de Gobierno, porque “no lo podemos hacer solos”.

A este respecto, destacó que los agentes municipales “están muy implicados”, pero lamentó que “tenemos merma en la plantilla, lo que nos hace imposible estar en todos lados”. Por ello, “pido implicación de la Delegación de Gobierno para atajar estas conductas que nos ponen en riesgo a todos”.

Además, la delegada del Área de Seguridad y Emergencias, comentó que la celebración de botellones “acarrean sanciones muy elevadas”, porque “se suman que están sin mascarilla, sin cumplir el límite de seis personas y consumiendo alcohol en la calle”, lo que puede provocar que las sanciones se encuentren entre los 1.000 y los 2.000 euros”.

Por último, quiso hacer un llamamiento a la responsabilidad de los más jóvenes y garantizó que el refuerzo de la Policía Municipal dentro de sus posibilidades para atajar los botellones, pero incidió pedir “mayor implicación” de la Delegación de Gobierno ante estas “actitudes incívicas”.