MOCIÓN DE CENSURA

Álvarez de Toledo ve “un error” de Casado “la impugnación 'ad hóminem' de Abascal”

- Cree que el discurso del líder del PP “era perfectamente compatible con la abstención” que ella defendía

- Se pregunta si “el proceso iniciado hoy conduce a la voladura de Vox o sólo a la voladura de los puentes con los votantes de Vox”

MADRID
SERVIMEDIA

Cayetana Álvarez de Toledo, exportavoz del PP en el Congreso, consideró este jueves que el discurso del líder de la oposición, Pablo Casado, durante la moción de censura de Vox “era perfectamente compatible con la abstención” que ella venía defendiendo. “Lo que seguramente no eran compatibles son otros elementos de su intervención: la impugnación 'ad hóminem' de Santiago Abascal fue una injusticia y un error en mi opinión”, afirmó.

A través de un vídeo publicado en su canal de Youtube, bajo el título ‘La voz y el voto’, la diputada popular, destituida en agosto de su cargo de portavoz parlamentaria del PP, se pregunta “con grave inquietud” si el proceso iniciado hoy por Casado “conduce a la voladura de Vox o sólo a la voladura de los puentes con los votantes de Vox”.

Dirigiéndose a los “votantes y exvotantes” del PP, Álvarez de Toledo reafirma en este vídeo su creencia de que “el PP debería haberse abstenido en la moción de censura”. “Lo dije en varias entrevistas. Lo he reiterado hace un rato en la reunión que el grupo parlamentario ha celebrado después del Pleno”, traslada.

“Yo consideraba que el PP no debía avalar con sus votos la continuidad de Pedro Sánchez en el Gobierno y consideraba también que la abstención reflejaba mejor que ninguna otra posición esa voluntad del PP de representar y reconstruir el ancho espacio del constitucionalismo español”, explica Álvarez de Toledo en su vídeo.

Tras decidir “lo contrario” la dirección popular, reconoce que Casado “ha hecho una vibrante reivindicación moral y política del PP frente a cualquier forma de populismo y nacionalismo”. “Y eso lo comparto plenamente. Su defensa de la España constitucional, la España de la Transición, de esa voluntad ciertamente empecinada de vivir juntos los distintos”, indica.

Avisa de que la reconstrucción del centroderecha o “del ancho espacio de la razón española” es “la tarea más importante que tenemos por delante”, puesto que “es lo único que puede contener, frenar, revertir la destrucción del orden constitucional”. Alerta aquí de que “eso incluye atraer a millones de personas que abandonaron el PP y a los que debemos recuperar mediante el ejemplo y la pedagogía”.

“Tenemos que reconstruir la trama de complicidades, insiste, y confiesa que a partir de hoy lo ve “bastante más difícil”. Dicho esto, recuerda cómo el presidente del PP dijo previamente al debate que la decisión tomada hoy “sería exclusivamente suya y que el voto en conciencia no era aplicable a este debate sobre la moción”.

Admite que “es cierto”, ya que los Estatutos del PP reservan la libertad de voto para asuntos que afectan a convicciones éticas, bioéticas o religiosas. “De hecho, yo no pedí la libertad de voto, lo que reclamé y ejercí y seguiré ejerciendo es mi libertad de expresión”, ahonda Álvarez de Toledo, para quien es un derecho que debe tener todo parlamentario poder participar “en una deliberación transparente, profunda, seria y pública sobre los asuntos que afectan a su país y a su partido”.

En este sentido, asevera que “es evidente que en este caso esa deliberación no ha existido”. Se reafirma así en que los diputados y senadores “no son miembros de una secta”, como “no forman un ejército de clones despojados de conciencia”. “Tienen criterio y son capaces de comprender algo muy importante: su libertad de expresión es perfectamente compatible con el acatamiento de las decisiones colectivas”, opina.

Incide así en que “libertad y lealtad son compatibles”, como también son compatibles “deliberación y disciplina”. “Lo que no tiene mucho sentido, por anacrónico y por abusivo, es la disciplina sin deliberación, la autoridad sobre el voto no otorga al partido el monopolio de la voz. En eso consiste, creo, la política democrática”, enjuicia.

Defiende, en esencia, que “el que está en minoría tiene que asumir que no puede imponer su posición, pero no por ello renunciar a defenderla”. “Y el que tiene la mayoría tiene que ejercer su responsabilidad sin por ello silenciar al discrepante”, prosigue, dejando claro que su voz es siempre suya y su voto es del partido “casi siempre”.

“Sí, la dirección del PP es responsable de la decisión importante adoptada hoy. Sí, yo me habría abstenido. Y sí, he votado en contra de la moción de censura de Vox por respeto a la decisión colectiva”, sintetiza Álvarez de Toledo, antes de remachar señalando que seguirá defendiendo “el principio democrático básico de que la disciplina de voto es compatible con la libertad de expresión”. Por ende, seguirá “ejerciéndolo por más que a la aristocracia del crimen le ponga de los nervios”.

(SERVIMEDIA)
22 Oct 2020
MFN/mjg