En el debate en el Congreso de los Diputados sobre la prórroga del estado de alarma, defendió la legitimidad de que todos y cada uno de los grupos que conforman la Cámara entiendan de manera distinta la igualdad, la libertad o el concepto de patria, si bien comentó que momentos de máxima gravedad para el país, como el determinado por la pandemia, exigen “ponernos de acuerdo en un objetivo: salvar vidas”.

“No hay una España de unos u otros partidos, sólo hay una España que lucha contra la pandemia”, atestiguó.

Lastra se zafó de los ataques lanzados al Gobierno sobre la imprevisión con la que afrontó la llegada de la segunda ola del virus recordando que “hace meses” su presidente, Pedro Sánchez, ofreció a las distintas comunidades autónomas la aplicación del estado de alarma, aprobó el “plan de la nueva normalidad”, desarrolló los ERTE y los créditos ICO para proteger a los trabajadores y las empresas y puso a disposición de las comunidades liquidez económica y rastreadores.

La portavoz socialista articuló un discurso en el que sostuvo que la aplicación del estado de alarma no nació de una suerte de voluntad del Gobierno para controlar a los ciudadanos, sino como una respuesta a la solicitud de las comunidades autónomas –algunas de ellas gobernadas por partidos ajenos a los de la coalición que preside Sánchez- para contar de un marco jurídico que les ampare para adoptar aquellas medidas que consideren necesarias frente a la pandemia.

Por ello, proclamó que el estado de alarma “no es una medida de partido, sino una iniciativa de país” y aseveró que “no queremos” este instrumento jurídico, pero “(lo) necesitamos”, por lo que “lo apoyaremos y lo mantendremos lo imprescindible, ni un día más, ni un minuto más”.

Lastra también rebatió las dudas sembradas por algunos grupos a la ausencia de control parlamentario al Gobierno durante la vigencia del estado de alarma. Lo hizo subrayando que en ese tiempo los miembros del Ejecutivo seguirán sometiéndose al escrutinio de la Cámara, bien en el Pleno, bien en comisiones.

“¿A qué se debe sembrar desconfianza en la capacidad del Parlamento para controlar la acción del Gobierno?”, se preguntó, para, a continuación, responderse a sí misma “no echen sobre esta institución ni sobre los diputados que la componen la sombre de dejación, porque eso tiene consecuencias”.

También explicó que la vigencia de seis meses del estado de alarma se debe a la coincidencia de opiniones existente entre los expertos como el tiempo en el que, “si todo va bien”, se podrá “derrotar” a la pandemia.

A su vez, respondió a las críticas formuladas por el líder del PP, Pablo Casado, a quien advirtió de que “el grupo que represento no permitirá limitar derechos fundamentales a partir de una legislación ordinaria”, en referencia a la pretensión de los populares de reformar la Ley Orgánica de Medidas Especiales de Salud Pública de 1986 con el fin de que las comunidades autónomas cuenten con instrumentos jurídicos propios para poner en marcha medidas restrictivas que no pasen por el estado de alarma ni dependan del visto bueno de los jueces.

Lastra también replicó a las acusaciones vertidas por Vox a la aplicación del estado de alarma. Lo hizo preguntándoles lo siguiente: “¿Qué han aportado más allá de caceroladas o manifestaciones en coches de lujo o en autobuses descapotables?”, una cuestión a la cual respondió acusando a la formación liderada por Santiago Abascal de ser “el partido más inútil durante toda la pandemia. Están en su rincón sin aportar nada ni proponer nada. Son como el fantasma del castillo que aúlla, grita y hace ruido para que sepamos qué están ahí”.

Por último, evocó los “meses de lucha, dolor y sacrificio” empleados por los españoles para derrotar a la primera ola del virus, unos atributos que prescribió para afrontar la segunda y erradicar en el futuro al coronavirus.