Moratinos subrayó en un comunicado difundido por Naciones Unidas que los ataques dirigidos contra civiles, entre ellos las personas creyentes, “son intolerables y totalmente injustificables cuando y donde se cometan y por quienquiera que lo haga”.

El máximo responsable de la Alianza de Civilizaciones reiteró que estos crímenes "atroces no han de apartarnos de la vía de trabajar en común para promover el respeto mutuo y la paz en todo el mundo como una sola humanidad”.

Señaló la necesidad de “rechazar y oponernos a los que invocan falsa y maliciosamente la religión para alimentar la división y propagar el miedo y el odio” y llamó “al respeto mutuo de todas las religiones y creencias y a la promoción de una cultura de fraternidad y paz”.

Para evitar este tipo de sucesos, Moratinos remitió al Plan de Acción de las Naciones Unidas para la Salvaguardia de los Lugares Religiosos, elaborado por Alianza y pidió a todos los gobiernos y a las partes interesadas pertinentes que apoyen su aplicación.

Igualmente, invitó a todas las personas a unirse al llamado mundial de la Alianza, que bajo la etiqueta #forSafeWorship busca garantizar la inviolabilidad de los lugares religiosos y la seguridad de los fieles en todo el mundo.

Moratinos también había condenado recientemente la decapitación de un maestro de escuela francés en la ciudad de Conflans-Sainte-Honorine, en los suburbios del noroeste de París. El alto representante enfatizó “que la unión, la paz y la tolerancia están arraigadas en las religiones de todo el abanico de creencias” y reiteró “que el respeto del otro, independientemente de su cultura, religión, creencia o raza, es crucial para la convivencia en sociedades justas, pacíficas e inclusivas”.