El Índice Europeo de Igualdad de Género mide la situación de igualdad entre mujeres y hombres en seis ámbitos básicos de la vida social: empleo, dinero, conocimiento, tiempo, poder y salud, en una escala de puntuación del 1 al 100. Para la Unión Europea, la salud es el área donde existe una menor brecha, mientras que es en el ámbito de los altos cargos donde la desigualdad se manifiesta con "intensidad".

En 2018, España obtuvo puntuaciones superiores a la media europea en los ámbitos de empleo, conocimiento, poder y salud. Este último ámbito es el de mayor puntuación para España, mientras que su posición es "más modesta" en cuanto a los indicadores de dinero y tiempo.

Entre 2010 y 2018, España aumentó 5,6 puntos, de forma que se trata del segundo país, tras Croacia, con un mayor incremento interanual en el índice de igualdad. Esto supone un mayor ritmo de crecimiento que la media europea, que se sitúa en 4,1 puntos para el mismo periodo.

Con respecto a 2017, el incremento medio en la UE es de 0,5 puntos. Para el EIGE, a este ritmo de avance (1 punto cada 2 años) se tardarán más de seis décadas en alcanzar la plena igualdad de género en la UE.