Cultura

Luis García Montero, en el Congreso: “Nuestro patriotismo tiene más relación con la palabrería que con las palabras”

MADRID
SERVIMEDIA

El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, compareció este miércoles en el Congreso de los Diputados para explicar sus presupuestos para el próximo año. En su exposición, el también poeta denunció los recortes a los que fue sometida la institución en el pasado y lamentó que “nuestro patriotismo tiene más relación con la palabrería que con las palabras”.

El español es la segunda lengua materna del mundo tras el chino mandarín, lo hablan 585 millones de personas -que equivale al 7,5% de la población mundial- y está en constante expansión. Sin embargo, la institución que se encarga de su difusión y de la defensa de la cultura española en el mundo ha sufrido continuos recortes en la última década.

“En el Presupuesto de 2010 hubo un recorte de 10 millones y en el de 2013, de 30 millones. Se rebajó en dos golpes un 30% lo que el Estado español invierte en la defensa de su lengua y su imagen cultural en el mundo, su imagen más poderosa”, recordó García Montero a los diputados de la Comisión de Asuntos Exteriores.

En enero de 2012, el Instituto Cervantes tenía una plantilla de 1.116 trabajadores fijos. A 1 de enero del año 2020, eran 916. “Más trabajo y más extenso recae en menos personas y con salarios bajos. Y esta plantilla que por unas cosas y otras nunca se puede, no ya aumentar, sino cubrir en sus bajas, ha tenido que dar respuesta a una pandemia”, advirtió.

El director de la institución de la lengua cervantina estimó hace unas semanas que las pérdidas serían este año, debido al coronavirus y al cese de actividad en muchos centros donde enseñan español, de 25 millones de euros. Hoy rebajó esta cifra a los 22 millones, aunque está sujeto a que los centros en el exterior puedan realizar el examen del Diploma Español Lengua Extranjera (DELE).

“Teníamos un buen remanente y nos hemos visto obligados a aplicarlo, con el permiso de la autoridad al presupuesto base 2020”, relató Luis García Montero. Sin embargo, esta situación, tanto por la precariedad de sus trabajadores como por las reducciones presupuestarias, le llevaron a asegurar que “nuestro patriotismo tiene más relación con la palabrería que con las palabras”.

En este sentido, señaló que “en sus mejores momentos, el Instituto llegó a contar con una transferencia del Estado de 90,3 millones de euros, algo muy alejado de lo que reciben otras instituciones hermanas en Alemania, Francia o Reino Unido”.

El proyecto de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2021 contempla para el Cervantes 173,8 millones de euros, que implican un incremento de 49,9 millones de euros, lo que supone un 40,3% más de presupuesto.

Este dinero servirá, entre otros puntos, para consolidar los centros de Dakar y Los Ángeles, que “son fundamentales en los planes estratégicos de defensa y consolidación del español”.

Dakar es el primer centro que se abre desde 2012. La institución se fija en el África Subsahariana por el crecimiento de la población, en detrimento del horizonte demográfico a la baja de los hispanohablantes. “El español debe jugar también sus cartas”, declaró el director del Cervantes.

En Los Ángeles ya está proyectado el nuevo centro, que se ubicará en un edificio emblemático la 'Pico House', en el corazón de la huella histórica española. Es “una ciudad muy indicada para potenciar el prestigio del español en la cultura y extenderlo a la ciencia y la tecnología”, dijo García Montero.

Otro de los proyectos que mencionó el director de la institución es el de la promoción de la diversidad lingüística en España, que el Cervantes no sólo da clases de español. “Hemos conseguido poner en marcha clases de catalán en Berlín, Bruselas, Frankfurt, Múnich, Tokio, Utrecht y Viena; de gallego en Budapest, y de vasco en Berlín, Budapest y Viena”, señaló.

Asimismo, el Cervantes también ayuda a los españoles en el extranjero a conocer la lengua delos países donde viven, de forma que enseñan árabe en Casablanca, El Cairo, Rabat y Tánger, polaco en Varsovia, sueco en Estocolmo, portugués en Lisboa, tagalo en Manila o ruso en Moscú.

“Ayudar a la integración de los desplazados españoles e hispanoamericanos en las sociedades donde trabajan es para nosotros un servicio obligado e importante”, valoró.

Por último, indicó que muchas de estas actividades son posibles gracias a los fondos de la Unión Europea, “que sabemos que son excepcionales y finitos”, por lo que es preciso que “nos permitan reforzarnos para el futuro”.

(SERVIMEDIA)
04 Nov 2020
GIC/mjg