Sector financiero

Unespa teme que el plan de pensiones de promoción pública tarde “no menos de 5 años” en dinamizarse y ve finalidad “recaudatoria” en el “hachazo fiscal”

MADRID
SERVIMEDIA

La presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos, considera que tras el “hachazo fiscal” proyectado por el Gobierno para los planes de pensiones individuales hay una clara intencionalidad “recaudatoria”, ya que el sistema del fondo de promoción pública anunciado para alentar la creación de huchas colectivas para el retiro tardará “no menos de 5 años” y no es el mejor momento para que se extienda con rapidez en el seno de las empresas.

Así lo denunció durante una jornada sobre planes de pensiones en España organizada por el periódico ‘Cinco Días’ con el patrocinio de Ibercaja, donde abogó, junto al presidente de Inverco, Ángel Martínez-Aldama, por acompasar la rebaja fiscal anunciada en los productos para el ahorro individual a largo plazo con su desarrollo en el seno de las empresas para limitar el perjuicio a los ahorradores.

Según la presidenta de Unespa, el desarrollo de un sistema de ahorro sistemático “va a requerir de un periodo de 5-10-12-20 años”, algo que en sí valoró de forma positiva ya que crear planes de previsión social complementarios “es bueno para el desarrollo social y económico de este país porque crearemos masas de ahorro grandes para poder financiar el crecimiento de nuestra economía” y es “algo de lo que España está claramente carente”.

Sin embargo, avisó de que “no es consistente con esa creencia el adoptar una regulación de diferimiento fiscal como la que efectivamente tenemos encima de la mesa en el parlamento con el Proyecto de Ley de Presupuestos” y ese “latigazo fiscal”, ese “hachado fiscal a los sistemas de pensiones complementarios del tercer pilar” -los que cada persona de forma individual contrata- anunciados por el Gobierno.

El proyecto de Presupuestos para el 2021 reduce de 8.000 a un máximo de 2.000 euros las deducciones en las aportaciones de planes de pensiones individuales, aunque sube de 8.000 a 10.000 las que pueden realizarse en planes colectivos de empresas.

La razón que expuso la presidenta de Unespa es que se baja la ventaja fiscal en los planes individuales cuando en el segundo pilar que se quiere fomentar -en el seno de las compañías- “hoy no hay ni un solo empresario que ponga más de 3.500 euros por trabajador”. “Luego pensar que se compensan con estos incrementos importantes para el segundo pilar no es verdad, no se compensa”, afirmó, indicando que la finalidad de bajar los incentivos fiscales sin que haya un desarrollo paralelo del ahorro para la jubilación en las empresas obedece “exclusivamente” a una intención “recaudatoria a corto plazo” para el bienio 2022-2023.

“Solo de esa manera se entiende que se produzca limitaciones en las aportaciones del tercer pilar sin que exista disponible ninguna alternativa para ahorradores y ahí es el momento en el que estamos”, agregó, subrayando el perjuicio que supondrá para los ciudadanos mientras que se desarrollan esas huchas en las empresas o con el plan de promoción pública anunciado por el Gobierno.

“Si un sistema de fondo de pensiones de promoción pública va a tardar en dinamizarse, sen crearse, no menos de 5 años, en ese periodo hay 6 de cada 10 trabajadores de este país que no van a poder ahorrar en beneficio fiscal más que un máximo de 2.000 euros”, denunció.

Durante su intervención indicó que ha sido en momentos de tensión como el actual cuando se han impulsado las grandes reformas en los sistemas de pensiones, poniendo de ejemplo las reformas sueca, la de Alemania, de Italia, la noruega o las sucesivas reformas de Holanda. “Nos señalan que el gran acicate para la reforma de las pensiones es la situación comprometida de dichos sistemas”, reparó indicando que “nunca se reforman ni se refuerzan en los momentos adecuados” ya que en esos momentos hay “cuasi pleno empleo” y con la bonanza económica las pensiones “no se tocan”.

Sin embargo, advirtió de que en la situación actual de las empresas y con el mercado laboral la situación es también “poco propicia para la introducción de un sistema de adscripción por defecto” como el vigente en Reino Unido en las compañías, apuntando que además su desarrollo pleno consume años. A título de ejemplo indicó que el británico tardó seis años para su desarrollo, ya que “comenzó a rodar en 2012, y no alcanzó la velocidad de crucero hasta 2018” ya que empezaron con las grandes empresas para luego extenderlo al resto, algo que infirió tocará también aquí. “Lo que nos dice la situación actual, por lo tanto, es que probablemente, tendremos que ser menos ambiciosos en los inicios de lo que lo hubiéramos sido en momentos más propicios”, abundó.

(SERVIMEDIA)
11 Nov 2020
ECR/gja