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Sector financiero

Unespa avisa de que el seguro de crédito ya sufre restricciones por el reaseguro internacional sin tener una respuesta satisfactoria del Gobierno

- González de Frutos denuncia que la subida de impuestos al seguro va a “impactar” al 95% de las familias cuando “habría que favorecer” la contratación de coberturas para riesgos

ATENCIÓN: los clientes de Servimedia disponen de imágenes y sonido de estas declaraciones en el enlace https://servimedia.tv/PilarFrutos

MADRID
SERVIMEDIA

La presidenta de Unespa, Pilar González de Frutos, avisa de que la garantía de crédito que cubre las operaciones comerciales entre empresas está “viéndose ya afectada” por restricciones en el reaseguro internacional, sin que en España se haya logrado una respuesta satisfactoria por parte del Gobierno para que el seguro pueda continuar atendiendo la cobertura de sus clientes con normalidad.

En una entrevista con Servimedia, explicó que algunos riesgos, como es el seguro de crédito, se convierten en sistémicos “ante una situación de paralización de la actividad económica en todo el mundo” como la actual. No en vano, este seguro cubre cuando una empresa vende un bien o servicio a otra sociedad a plazos, haciéndose cargo de la factura si la compañía no pudiese atenderla; lo que lo convierte en una herramienta clave para los negocios, pero de alto riesgo en estos momentos por las restricciones de la pandemia.

“El hecho de que la garantía de crédito comercial esté viéndose ya afectada en todos los mercados a la vez implica que el reaseguro internacional está limitando totalmente su capacidad para absorber nuevos riesgos”, abundó. Y la cadena de eventos es que, ante la paralización de la actividad económica “las dificultades para atender pagos son más que evidentes” y generarán “una espiral de siniestralidad a la que el reaseguro internacional tiene que atender”, por lo que ve “previsible” que aumente precios e, incluso, reduzca su capacidad de aseguramiento. El efecto directo es: menos posibilidad de suscripción de ese tipo de pólizas y a un mayor precio.

“Estas son las razones por las que los gobiernos europeos, desde el primer momento, comenzaron a poner en marcha ayudas que pasan por el seguro de crédito, pero finalmente son ayudas a las empresas de cada uno de los países”, apuntó, recordando que distintos países han puesto a disposición del seguro “volúmenes financieros suficientes para que los aseguradores pudieran seguir poniendo capacidad en el mercado para seguir absorbiendo riesgo comercial” y tener cubierta la posibilidad de un impago por parte las compañías. “Cuando estás reiniciando como empresa tu actividad comercial es básico para que la economía vuelva efectivamente otra vez a funcionar”, explicó.

CONVERSACIONES INDIVIDUALES

En España el Gobierno ofreció que el Consorcio de Compensación de Seguros aceptase en reaseguro una especie de “stoploss” o techo de pérdidas potenciales para el seguro de crédito y de caución en las compañías por hasta 300 millones de euros en 2020 y 200 millones en 2021, con obligación de devolución en 10 años. Su cuantía era muy inferior a programas gemelos de países como Alemania, Francia, Dinamarca, Bélgica u Holanda, pero la principal diferencia es que sus gobiernos no exigen la devolución de las ayudas.

“Sobre esas bases el sector consideró que no era útil la solución que el Gobierno planteaba para la finalidad que perseguíamos, que no era ayudar a las compañías del seguro de crédito, sino a ayudar a las compañías españolas por qué debería haber permitido poner más capacidad en el mercado”, y lo que ofreció “se convertía en un anticipo de liquidez”, explicó.

El rechazo del sector ha llevado al Consorcio ahora a “tomar conversaciones individuales con los operadores”. “Alguno de ellos, pues, probablemente pueda llegar a aceptar esa ayuda por parte del Consorcio, pero nosotros seguiremos insistiendo en que efectivamente no sirve para la finalidad con la que fue diseñada”, zanjó González de Frutos.

Donde descarta que la situación del reaseguro internacional vaya a condicionar la posibilidad de contratar pólizas o alterar los precios es en los riesgos más tradicionales o más populares, ya que “la competencia sigue siendo enorme y, por tanto, el ajuste de precios, si se produce, tiene que ver más con la siniestralidad que con cualquier otro motivo”.

SUBIDA DEL IVA

Sí lo hará la subida del impuesto sobre las Primas del Seguro (IPS) anunciada por el Gobierno desde el 6 al 8%. “Esto impacta nada menos que al 95% de las familias españolas que poseemos seguro”, denunció. “Para que todo el mundo lo entienda: Un seguro de coche que tenga una prima anual de 500 euros, gracias a este impuesto va a pasar a pagar 510”, ilustró, subrayando que el incremento será igual al que tenga asegurada su casa, el fallecimiento con una póliza de decesos o las coberturas de los comercios, industria, etcétera.

La presidenta de Unespa denunció que se penalice al que se protege de los riesgos precisamente ahora cuando “lo que habría que hacer es favorecer la cobertura de aquellos gaps que se ha demostrado que existen”. “A mí me parece que, en un momento como éste, donde hemos sido conscientes de que teníamos menos seguridades de las que creíamos, pues castigar precisamente a aquellos que toman la prevención de protegerse, proteger su patrimonio, proteger sus bienes o responsabilidades, pues no es lo más oportuno”, criticó.

En materia de evolución general de negocio, Unespa cree que el sector finalizará en año en cifras similares en términos de facturación por primas a las registradas hasta septiembre, cuando caían un 10,82% interanual por el desplome del 25,78% en la nueva contratación de seguros de vida ya que los de no vida crecían al 0,65%.

La reducción en primas o facturación en el seguro de vida tiene a su juicio “más que ver probablemente con la situación estructural de bajos tipos de interés que ya veníamos arrastrando que con el propio hecho de la pandemia”, subrayando que la cifra de ahorro gestionado, que es la hucha efectiva de los clientes, apenas descendía un 0,9%, algo que juzgó que “no está mal para la que está cayendo”.

En no vida, sí hay efecto crisis en los seguros de empresas por pérdidas pecuniarias, con una reducción del 15% en la facturación ligada a la caída de la actividad, y también afectación en las pólizas de viajes, que no se contratan, mientras que presentan “crecimientos sólidos” los seguros de salud, multirriesgos, transporte y defensa jurídica.

“El sector asegurador tiene características anticíclicas y para nosotros son más preocupantes las crisis largas que las crisis agudas”, apuntó González de Frutos en alusión a que la industria aseguradora sufrirá si la situación de baja actividad se prolonga o las familias ven sus rentas “más comprometidas” durante largo tiempo por el riesgo de que cancelen sus productos. “Dependiendo de cómo vaya esta segunda ola y en su caso las sucesivas, pues el impacto puede ser peor en el 2021 o incluso más allá”, auguró.

(SERVIMEDIA)
14 Nov 2020
ECR/mjg